Trabajo y discapacidad
En el mes que conmemoramos el Día Internacional del Trabajador, es pertinente exponer lo que sucede respecto a la integración laboral de las personas con discapacidad, estimándose que existen mil millones de individuos con esta condición, representando el 15% de la población mundial. Esta, es una demanda social que en las últimas décadas ha sido amparada por convenciones internacionales y legislaciones nacionales en gran parte del mundo occidental, y que igualmente se encuentra consagrada en las constituciones nacionales de muchos países.
Sin embargo, a pesar de las exigencias legales asumidas de manera concreta y explícita, alrededor del 80 % de las personas con discapacidad en edad de acceder a un empleo no logra obtener un trabajo remunerado, situación que los sumerge en la desesperanza, pobreza y desigualdad, y transformándolos en desempleados de un colectivo social que permanentemente ha sido excluido del mercado laboral. Las razones más recurrentes para que esto suceda son prejuicios, actitudes negativas y falsas creencias de las potencialidades laborales de estas personas.
Para avanzar hacia sociedades inclusivas y derribar las preconcepciones que impiden o limitan el acceso al trabajo de las personas con discapacidad, se debe considerar la efectiva aplicación y evaluación permanente de los marcos normativos nacionales e internacionales que tutelan su inserción laboral, así como también la puesta en marcha de acciones, en empresas públicas y privadas, que consideren la accesibilidad universal, adaptación y servicios de apoyo en los entornos laborales, promoviendo la construcción de culturas laborales inclusivas, mediante la generación de actitudes positivas hacia la discapacidad. Medidas que son esenciales para una verdadera inserción laboral de este colectivo.
Dr. Cristóbal Sepúlveda Académico Carrera de Educación Diferencial Universidad de Las Américas Sede Concepción