Lo social del urbanismo y su valor educativo

El Ministerio de Vivienda y Urbanismo se encuentra en medio de una polémica relacionada con los proyectos de interés urbano y los convenios establecidos con fundaciones dedicadas a actividades en esta área. Sin embargo, el propósito de esta columna es centrar la discusión en el urbanismo en sí, más que en los convenios, y en la práctica en lugar de los partidos políticos, poniendo especial énfasis en las comunidades. Por ancha o por manga, estas polémicas postergan proyectos que los vecinos esperaban y ese urbanismo prometido no llega por causas que aún se investigan. Entonces ¿Qué hacer con el urbanismo que queda pendiente en medio de la polémica de los convenios?
Durante los últimos 5 años, como académicos de la Escuela de Arquitectura de Universidad de Las Américas, hemos estado llevando a cabo procesos de titulación que culminan en la creación de obras co-producidas con las comunidades, en modelos de urbanismo de bajo costo que impactan positivamente en los entornos barriales donde se insertan. Estas obras se desarrollan en colaboración entre las comunidades, estudiantes de último año y profesores. El enfoque trilateral no implica ningún gasto por parte del Estado o las comunidades durante su desarrollo.
Los resultados de estas obras resaltan el valor educativo del urbanismo, tanto para las comunidades como para los estudiantes y las instituciones involucradas. Los proyectos resultantes del proceso de titulación buscan llenar espacios relevantes en los barrios, utilizando recursos limitados, pero llenos de creatividad provista por los estudiantes, que ante la escasez sacan a relucir sus años de formación en pensamiento crítico, innovación espacial y capacidad proyectual.
Además, se da gran importancia a las historias y preocupaciones de aquellos que habitan los barrios donde se llevan a cabo los proyectos. Hemos trabajado en Huechuraba, La Florida, San Joaquín, Macul y Ñuñoa, entre otros lugares. Recientemente, el sábado 1 de julio, se presentaron los proyectos de este semestre en la Villa Frei, los que combinan las reflexiones provenientes de la academia con las inquietudes de los vecinos, activando espacios deteriorados, mejorando áreas donde los vecinos ya habían progresado e incluso creando espacios educativos en las escuelas públicas del sector.
Los resultados educativos y comunitarios de estas experiencias son altamente valorados. Creemos que no siempre se necesitan millones para avanzar en procesos que cimientan urbanismos auténticos y transformadores, dado que el trabajo con las comunidades en la producción del espacio colectivo genera cohesión que luego puede servir para detonar planes más ambiciosos de mejoramiento urbano. Entendiendo que no buscamos hacer esa segunda parte sino solo la primera, un urbanismo de menor impacto espacial, pero con alta vinculación social, que siempre ayuda a educar cívicamente nuestra relación con la construcción colectiva de la ciudad.

Rodrigo Valenzuela, Director Escuela de Arquitectura de Universidad de Las Américas
Francisco Vergara, Director Centro Producción del Espacio de Universidad de Las Américas