Las señales que nos entrega el IPC
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio registró una variación mensual de -0,2% y el acumulado a 12 meses volvió a caer por séptima vez consecutiva. Esta es una señal de que los mercados están evidenciando un retroceso de la demanda de los consumidores en diferentes sectores de la economía. En línea con lo anterior, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), informó que el IPC llegó a un acumulado en 12 meses de 7,6%, en tanto, en lo que va del año, registró un incremento de 2,1%.
En el análisis desagregado, esta baja en junio se debe principalmente a los descensos de vestuario y calzado, -2,4%, y de transporte, -0,4%, lo cual demuestra que la pérdida de poder de compra de los consumidores está causando un retroceso en las ventas en el retail y el comercio en general. Esto se traduce en menos desplazamientos, generando como consecuencia, un retroceso en la demanda de transporte.
Por otra parte, se observan alzas de alimentos y bebidas no alcohólicas, con un incremento de 0,3% durante junio, lo que está en línea con un consumidor que intenta mantener su demanda en los bienes de primera necesidad.
Todas estas conductas mencionadas son un claro ejemplo de una economía, donde la demanda de los consumidores por bienes de lujo disminuye y se desplaza hacia bienes de primera necesidad. Por esta razón las recesiones son muy negativas para las familias, ya que se combina un poder de compra deteriorado con alzas en los precios de bienes básicos. Un ejemplo de lo mencionado anteriormente, son los huevos, un alimento central en la dieta de los consumidores, que anota un incremento de 6,9% en junio y registra un acumulado de 36,7% en lo que va del año.
Es muy importante ser cautos en las lecturas que hacemos de las caídas de precios que se experimentan en la actual recesión que enfrenta Chile, ya que sería una buena noticia que caigan los precios, siempre que estemos comprando en esos mercados, pero como vemos, en este caso la caída de precios se debe a un deterioro de la demanda, lo cual no es una buena señal para la economía. Por otra parte, la caída del IPC implicaría un menor reajuste salarial, cuando vemos que los precios de bienes básicos aún continúan subiendo, lo cual puede deteriorar aún más el poder de compra de los consumidores.
Un aspecto al que se debe poner atención y mantener un monitoreo activo es que las caídas de precios y deterioros en la demanda pueden generar quiebres de pequeñas y medianas empresas, ya que sus márgenes son más acotados.
En definitiva, el escenario económico todavía es complejo, por lo que conviene a estar alerta a estas señales que nos entregan los indicadores como el Índice de Precios al Consumir, de este modo podremos tomar mejores decisiones para los próximos meses.
Denis Muñoz Figueroa
Académico Ingeniería Comercial
Universidad Andrés Bello Concepción