Voz, teatro y pandemia
El 27 de marzo se celebra el Día Mundial del Teatro, instancia en la que el gremio de la actuación llevará a cabo una serie de actividades que, dadas las condiciones de pandemia que atravesamos, han debido ser diseñadas en un formato telepresencial. El mundo del teatro ha tenido que adaptarse urgentemente a las condiciones sanitarias actuales, frente a las cuales el gobierno ha tomado medidas que obstaculizan severamente el desarrollo de actividades culturales con el fin de modular el avance del COVID-19 en la población.
Es en esta condición de telerrealidad que las actrices y actores han logrado transmitir lo que en algún momento realizaron en vivo, esta vez a través de una pantalla y un micrófono.
La expresividad, ductilidad y potencia de sus voces ha sido, con mucha seguridad, una de las principales herramientas a las que han acudido para continuar manteniendo la vida cultural de nuestro país a flote.
Sin embargo, no sólo los actores son quienes utilizan la voz con un fin expresivo o comunicativo; es más, todos lo realizamos. Por ejemplo, cuando le comentamos a una amiga con alegría acerca de cómo una determinada tarea resultó exitosa después de gran esfuerzo, también cuando, sin querer, al otro lado del teléfono nuestro interlocutor se percata de que estamos desanimados o también, cuando nos sentimos algo agripados y nuestra voz suena quejumbrosa y apagada, desatando la preocupación de quien nos escucha. La voz habla por nosotros y transmite información a nuestros interlocutores acerca de quién somos y cómo nos sentimos. En este sentido, es posible concebir la voz como una herramienta de identidad y nos permite, en definitiva, expresarnos libremente en consonancia con nuestro ser.
Muchas veces se ha dicho que la voz es el espejo del alma. Otros entienden la voz como un vehículo, sobre el cual se desplazan emociones, ideas, sentimientos. Para otros, en cambio, la voz será una serie de ondas sonoras que se transmiten por el aire y habrá para los cuales no será sino el efecto vibratorio de las cuerdas vocales al interior de la laringe. Todas estas distintas visiones nos demuestran que la preocupación por la voz, desde siempre, ha sido relevante y ha sido abordada desde distintos paradigmas.
Es en este sentido que el llamado es a reconocer el trabajo que se encuentra desarrollando del gremio de actores y actrices de nuestro país, a reconocer la importancia de la voz como una herramienta central para quienes trabajan en el rubro de la actuación y a valorar, en la comunidad en general, el inconmensurable rol comunicativo que la voz tiene en nuestra vida cotidiana.
Jaime Crisosto, coordinador del área de voz
Fonoaudiología Universidad Andrés Bello