Nuevo IPER tendencia al optimismo, pero con cautela
El Índice de Percepción Empresarial Regional, IPER, que realiza la Universidad Andrés Bello, EY y la CPC Biobío considera para su cálculo variables como inversión, empleo, ventas, remuneraciones, utilidades y costos de los insumos. Si el resultado de la ecuación es mayor a 50 puntos se asocia a un resultado optimista, si está por debajo es pesimista
Si bien este estudio está acotado a un territorio en particular, sí puede ser una señal alentadora a nivel país. Por primera vez en las últimas 20 versiones, este indicador que recoge la percepción de los principales ejecutivos de la Región del Biobío demuestra en tres mediciones consecutivas resultados alojados en el cuadrante optimista y en aumento, con 51 puntos en diciembre 2022, 53 puntos en junio de 2023 y 55 puntos en esta última entrega correspondiente a diciembre 2023, pero dada a conocer esta semana.
Se trata de noticias esperanzadoras, pues las percepciones construyen realidades por parte de las empresas del Biobío y su visión a nuevas oportunidades de mercado, apertura, ampliación de sus líneas de negocio en un 76 % de los encuestados genera expectación. Sus miradas respecto a los resultados que tendrán en las ventas y en sus utilidades son claramente positivas, de la mano la intención de que en la gran mayoría mantendrán o aumentarán sus plazas laborales.
Pero los dolores base, instalados desde hace ya un buen tiempo en nuestra región y país se mantienen, alza en los costos, incertidumbre, seguridad, son los riegos que siguen atemorizando a nuestros ejecutivos, lo que conlleva a una mirada negativa respecto a las inversiones que proyectan realizar en sus propias empresas en el 2024, esto en sintonía a las preferencias que tienen cuando se les pregunta cuales deberían ser los 3 principales proyectos que deberían priorizar las autoridades para impulsar el desarrollo productivo: Plan Nacional de Seguridad Pública y Prevención del Delito con un 84% de preferencias, Reforma al SEIA (permisos) con un 67% y Reforma de la tramitación de permisos sectoriales (excluido SEIA) con un 51%.
Como conclusión de esta nueva versión de este índice es que el optimismo se mantiene desde hace ya un año y medio, dejando atrás épocas muy pesimistas dado los escenarios locales y externos negativos y amenazantes. Si bien este nuevo IPER es positivo, tiene un freno de mano en la seguridad y apoyo público para la simplificación de permisos sectoriales y evaluación de impacto ambiental, con una modernización del estado importante, para volver a ser una región y un país atractivo para invertir, crecer y mejorar nuestra calidad de vida.
Ricardo Fuentes Lama
Director Ingeniería Comercial
Universidad Andrés Bello