Avivada

Hasta el Golpe de Estado mi segunda ex esposa, para aquel entonces miembro del MIR, trabajaba como secretaria en el Instituto Tecnológico de la antigua Universidad Técnica, hoy USACH en la calle Dávila y Recoleta.
Sufría de una displasia de cadera que le causaba un caminar claudicante severo (cojera).
En ese contexto un superior de aquella casa de estudio le sugirió inscribirse en un registro recién abierto para acceder a la compra, a un precio muy conveniente, un automóvil Acadian Beaumont especialmente acondicionados para lisiados, que la General Motors fabricaba en Canadá.
La gracia estaba en que entrarían al país libres de impuestos lo que implicaba un tercio de su valor de mercado en Chile.
Así que mi ex, ni corta ni perezosa, se sumó a la lista.
Nunca llegó a su poder porque el Golpe pilló al barco en camino y al final los autos fueron desembarcados en Perú.
Traigo esto a colación ya que la noticia que hoy tiene de cabeza al gobierno es el de las pensiones de gracia otorgadas a 416 afectados, violados en sus derechos humanos durante el estallido social de 2019 con $516.000 mensuales como máximo (la pensión de vejez en Chile es de $199.000).
Se ha vuelto noticia de titulares porque un informe de Contraloría dijo que 58 de los beneficiando tenían antecedentes judiciales, causales médicas anteriores al 2019 y en algunos casos informes médicos ilegibles y/o lindando en la falsedad.
Se responsabiliza al INDH por entregar la información de la que el gobierno se cogió para otorgar o no las mentadas pensiones.
Y, de paso, recurriendo a la técnica del empate se hace notar que el período que cubre es desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2022, es decir dos meses del periodo Piñera y luego Boric.
La pregunta que nadie quiere responder es: ¿quién hizo la lista de los que «merecían» la calidad de víctimas de la brutalidad de los agentes del Estado que fue enviada al INDH durante la dirección de Sergio Micco? ¿Con qué criterio se aceptaron algunos y rechazaron otros?
Y me recuerda que nunca supimos quién hizo la lista de los delincuentes que amnistió Boric el año pasado? Esa lista que la componían primero 12 individuos, de la que luego desaparecieron 2 y luego se agregaron otros que no estaban en la primera.
Y más atrás en el tiempo, como olvidar esas muy numerosas listas de exonerados políticos post Golpe que muchos parlamentarios firmaron (la senadora Isabel Allende fue la mas entusiasta con 1.190) para que se les pudiera entregar una pensión de gracia a quienes aseguraban habían sido empleados fiscales hasta el 11/09 y que hoy sabemos que no pocos de esos «exonerados» nunca trabajaron para el Estado.
El domingo recién pasado la Ministra del Interior, Carolina Toha informó, en el contexto de una entrevista en el programa Mesa Central de Canal 13, que el gobierno, luego de una acuciosa investigación había determinado cesar la de 25 de ellos.
Y los individuos que se prestaron para estos actos de deshonestidad, tan propios de nuestra idiosincrasia y que los sociólogos New Age llaman «viveza criolla» fueron avalados con un cerrado y atronador aplauso cuando la Primera Línea fue recibida en el Congreso y se abrazaron efusivamente con los en aquel entonces diputados Boric, Jackson y Vallejos.
Sin duda sería interesante conocer, además, la militancia política de esos beneficiados. De seguro nos llevaríamos más de una sorpresa.

Alejandro Iglesias