Alza en el precio del cobre: el por qué y cómo usar las ganancias
A mediados del año pasado comenzó un alza sostenida en el precio del cobre, que lo está llevando a valores inéditos en la última década. Debemos agradecer a los bajos inventarios a nivel mundial, principalmente en Chile; las mejores perspectivas de la economía mundial por las campañas amplias de vacunación contra el Covid-19; el plan de estímulos anunciado en Estados Unidos; los buenos resultados que se dieron también en la actividad económica de China; y, por último, el estímulo hacia una transición energética más verde, que están impulsando las grandes potencias mundiales y que ha generado una fuerte presión a la demanda por cobre. Todo esto ha generado un alza sostenida en su precio y es muy posible que en los próximos días veamos el dólar muy cercano a los US$5 la libra para que, en las próximas semanas, lo veamos comportándose con bastante inestabilidad.
Este comportamiento del precio del cobre se gesta en un escenario difícil de repetir en el futuro y es necesario tomar medidas. Principalmente hacer uso del mayor ingreso a las arcas fiscales: lo importante ahora es aumentar las políticas públicas expansivas que permitan ir en ayuda de quienes más lo necesitan, sobre todo en esta época de pandemia y, asimismo, poder impulsar desde ya la reactivación económica en nuestro país.
Importante de mencionar es que hay distintos estudios que señalan que por cada centavo de dólar más, respecto al precio del cobre, se tendrían US$60 millones como ingresos adicionales al fisco, básicamente US$24 millones provendrían de parte de la tributación de la minería y US$38 millones llegarían por concepto de excedentes de Codelco. Por lo tanto, cada centavo adicional que se implementa en la cotización del cobre se traduce en ingresos para el fisco. Y hemos visto en estas últimas semanas -incluso ya cercano a un mes de rally alcista- que los ingresos generados para las arcas fiscales han significado hasta US$8 mil millones extra al fisco, los que debiesen ser aprovechadas en una política fiscal expansiva.
Chile actualmente cuenta con dos tipos de fondos soberanos: el Fondo de Reserva de Pensiones y el Fondo de Estabilización Económica y Social, los que fueron creados entre los años 2006 y 2007, con el objetivo de poder estabilizar el gasto social y la inversión pública que se realiza en situaciones de crisis como las que estamos viviendo actualmente.
En marzo de este año, el Fondo de Estabilización Económica y Social, tenía alrededor de US$9 mil millones el cual ya fue utilizado durante 2020 y, tal como lo mencionó el Ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, de mantenerse la situación del cobre no será necesario tocar este fondo.
El Estado de Chile mantiene estos recursos en distintos instrumentos de renta fija, principalmente portafolios compuestos por deudas emitidas por otros países como Estados Unidos, Alemania y Japón; y también una parte en depósito a plazo. Siendo así, es esperable que estos fondos no se vean intervenidos para que exista ahorro utilizable en caso de situaciones de emergencia. ¿Hoy estamos en esa emergencia? Sí, pero siempre debemos estar preparados por si es que la situación fuese peor.
Finalmente, como país tenemos una buena clasificación de riesgo en cuanto a los instrumentos en los cuales nos podemos endeudar y nos hacen permitir acceder a deuda a nivel internacional, con buenas tasas de interés, dado que representamos un país pagador y nos permite endeudarnos en el mediano y largo plazo con instrumentos de deuda pública. En estas herramientas nos podemos seguir apoyando en esta situación de pandemia y así aprovechar los fondos recaudados por el precio del cobre para mantener nuestra buena situación en caso de una emergencia mayor.
Luis Felipe Slier,
Director de Ingeniería Comercial
Universidad San Sebastián,
Sede Concepción