Las Pymes y la educación

Esta crisis sanitaria no es comparable con hitos del pasado desde el punto de vista macroeconómico. El efecto en la economía de las cuarentenas es tremendo, y señales de reactivación que vimos a comienzos de año parecen esfumarse. La realidad del tercer retiro tiene puesta la atención de no tan solo los cotizantes que lo ven como una inyección de liquidez en las alicaídas arcas familiares, sino también todos los miembros de la economía, empresas que lo ven como un bálsamo de reactivación.

Hoy más que nunca las Pymes necesitan apoyos técnicos que les permitan sortear con éxito el desafío de sobrevivir, el año pasado desaparecieron 3 mil, lo que tuvo implicancias directas en 2 millones de empleos.

La academia ligada a la economía y negocios forma profesionales que tienen competencias y herramientas para hacer frente a este tipo de situaciones, por ejemplo, los alumnos de ingeniería comercial de cuarto y quinto año, son “pre-ingenieros” y de la mano de docentes pueden generar bastantes aportes en la entrega de análisis y diagnósticos con distintas herramientas ingenieriles, pueden entregar propuestas de mejora basadas en elementos estratégicos muy ausentes en la gestión diaria de Pymes, entre otros aportes se pueden lograr la generación de ventajas competitivas, robustecer las propuestas de valor, incrementar ingresos, optimización de procesos, aumentar sus márgenes, y darles tintes de sostenibilidad a tantas empresas que requieren apoyo hoy.

Los bonos y créditos a los cuales pueden acceder estas empresas son necesarios, pero no dejan de ser bálsamos que alivian el dolor, lo que necesitan las pymes son tratamientos de fondo, y un buen aliado es la academia, las escuelas de negocio del país tienen mucho que aportar. En nuestro caso ya hay acuerdos con distintos centros de negocios de Sercotec a nivel regional, que nos darán el acceso a ellas, en donde resulta al final de la ecuación un profundo ganar-ganar entre todas las partes involucradas. Así, no solo las pymes adquieren asesorías de primer nivel, además, nuestros alumnos resultarán beneficiarios de baños de realidad para aplicar lo aprendido en teoría y tendrán la opción de convivir con empresas que son el motor de la economía nacional, generando en conjunto el 53% de los empleos. El convivir con ellas hoy es clave, por todas las implicancias que se pueden lograr.

Cómo academia debemos tener un rol activo en esta crisis, perfectamente podemos transformarnos en la primera línea en tratar la “salud” de estas empresas, en una época que será ejemplo de amenazas reales y destructivas en los próximos años. Por otro lado, estos pre ingenieros hoy, ingenieros mañana, cuando estén insertos en el mercado laboral, y muchos elijan la maravillosa profesión de la docencia, se acuerden y les digan a sus alumnos, “yo estuve ahí, y no como espectador, aporté un granito de arena a la sobrevivencia de pymes en la peor crisis económica del siglo”.

Ricardo Fuentes Lama
Director Ingeniería Comercial
Universidad Andrés Bello