I+D y nueva constitución
Hemos visto en las últimas semanas, cómo startups chilenas han tomado lugar en los principales medios de comunicación. Esto, ya que han logrado lo que para muchos se veía un hito aún lejano, convertirse en el primer unicornio chileno -empresas valoradas en más de mil millones de dólares en el corto plazo-. Estos embajadores del ecosistema emprendedor chileno llamados Cornershop o NotCo, seguidos por casos como Betterfly o Fintual, lideran una generación de emprendedores que da y dará que hablar, impulsando aún más la necesidad de crear políticas públicas que incentiven y aceleren el proceso de crecimiento de este tipo de empresas.
En esta línea, un reciente estudio publicado por Endeavor y la Asociación Chilena de Venture Capital, plantea la necesidad de la creación de un “fondo de fondos” de capital de riesgos en Chile, que generaría un importante impacto social y económico equivalente a US$2.000 millones.
Iniciativas como estas, impulsan la continuidad de lo que muchos llaman el “efecto domino”, aparición continua y crecimiento acelerado de emprendimientos basados en ciencia y tecnología que buscan transformar la matriz productiva de Chile, donde sitúan la innovación como eje central.
De esta manera, tomando la realidad del país y el importante proceso constituyente por el que atravesamos, es bueno poner sobre la mesa casos de éxito que evidencien resultados para el desarrollo de políticas públicas. No solo se trata de ser uno más que replica los buenos resultados de un proyecto con impacto, si no de realzar la importancia de posicionar piezas claves en un país que atraviesa procesos de cambio, las cuales son las semillas de una economía con impacto social, que cuide los recursos naturales, integre y mejore la calidad de vida, e incentive el desarrollo de capacidades complementarias. Ahora bien, ¿estamos dispuestos invertir en innovación? ¿sería bien recibido aumentar una tasa impositiva para financiar políticas que impulsen la ciencia y tecnología?
Es necesario estar conscientes de que estos procesos no son de un día para otro, y que casos protagonistas como NotCo son resultado de esfuerzo, tiempo, estudio y soporte de políticas públicas de décadas, que han incentivado la participación de actores y la articulación público-privada en relación estrecha con las Universidades.
Entender la ciencia, tecnología e innovación como herramientas necesarias para el crecimiento del país, permitirá crear las bases de uno más justo y entender que no aplica solamente a un área determinada, sino que busca solucionar problemas y generar oportunidades. Solo así, en un futuro próximo, podremos generar de manera ágil, soluciones que impacten áreas de la salud, educación o recursos energéticos.
Emilio Hernández Veloso
Coordinador de Innovación y Emprendimiento
Universidad Andrés Bello