Lactancia materna en tiempos de COVID -19
En tiempos de COVID-19, existe mucha incertidumbre en relación con el riesgo de contagio, sobre todo cuando se trata de recién nacidos y menores de edad.
La lactancia materna tiene múltiples beneficios para el desarrollo físico, cognitivo y emocional de los niños; por lo tanto, debe mantenerse el mayor tiempo posible, incluso durante la pandemia.
La nutrición en la primera etapa de vida es fundamental para el desarrollo del sistema inmune, considerándose a la leche materna como la primera inmunización que recibe el recién nacido, por lo que esta tiene un rol primordial.
Se ha demostrado que la leche materna tiene un efecto inmunoprotector contra los virus respiratorios, disminuyendo su gravedad y el riesgo de hospitalización por neumonía.
Tal es el efecto inmunoprotector de la leche materna que se han identificado casos de embarazadas contagiadas con SARS-CoV-1 en las que la leche se modificó para brindar mayor protección al lactante y también hay un estudio que indica que las embarazadas contagiadas con SARS-CoV-2no tenían presencia del virus en la leche.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda que las mujeres contagiadas continúen amamantando, siempre y cuando se mantengan ciertos resguardos.
Las medidas de prevención que utilicen las madres contagiadas que están lactando deben incluir el uso de mascarilla quirúrgica, el lavado de manos antes y después de tener contacto con su hijo y la desinfección de las superficies y objetos que ha manipulado.
En pandemia, es fundamental el apoyo de la familia y la pareja en el proceso de lactancia, haciéndose cargo de las labores del hogar y el cuidado del lactante. Ellas deben mantener las mismas medidas de prevención que la madre para evitar contagios y así promover la salud física y psicológica de la diada madre e hijo.
Natalia Castillo, Académica TNS en Enfermería
Gabriela Lizana, Directora de Carrera de Nutrición y Dietética
UDLA