La Hospitalidad: el virus que reactivará al Turismo
Hoy conmemoramos el Día Internacional del Turismo y como formadores de técnico profesionales para esta Industria y para una sociedad mejor, a través de las actividades y alianzas generadas con diferentes actores a nivel nacional e internacional, autoridades, empresarios turísticos y titulados, día a día vemos y agradecemos cómo el mercado se está reactivando poco a poco. Nos sorprendemos con formas innovadoras de realizar turismo en pandemia, hemos sido testigos de numerosos emprendimientos y vemos cómo los chilenos hoy en día decidimos viajar y conocer nuestro país aportando a la economía local. Por lo mismo, sentimos aires primaverales con excelentes augurios para nuestro quehacer, traduciéndose en empleos nuevos y más centros de prácticas (presenciales y remotos)para nuestra comunidad. ¿Pero estamos realmente preparados para entregar una experiencia inolvidable a nuestros visitantes, a través de un servicio de excelencia?¿Conocemos lo que realmente buscan y esperan en la actualidad los turistas?
La hospitalidad es la cultura que mueve al turismo y por este motivo debemos acuñarla como un sello en nuestra área. En otras palabras, hacer sentir al turista, huésped, comensal opax, según sea el caso, tal como en casa, acogerlo y contenerlo desde el primer momento, ser asertivos, empáticos y resolutivos, más aún con este “turista post pandemia” que no lo ha pasado bien, que ha estado confinado, con mucho temor a viajar,teniendo que cumplir con normas sanitarias, pero que a pesar de todo, está ávido de viajar y nos elige como destino para consumir los servicios turísticos.
Retomo la pregunta, ¿pero estamos realmente preparados para entregar una experiencia inolvidable? ¿Lo hacíamos antes y lo estamos haciendo hoy? Creo que si hiciera una encuesta tendría diversas respuestas, pero con ciertos denominadores comunes: “en Chile te hacen sentir como que fuera un favor el atenderte” o “deberíamos atender como los peruanos o los venezolanos”.
Si tengo o no razón es irrelevante, el punto es que no estamos condenados a atender mal, un servicio de excelencia se puede aprender, puedo entrenarme si es que de verdad quiero aportar al cambio, quienes estamos en esta industria debemos poner en práctica la empatía y ser resolutivos para entregar un servicio de excelencia, brindar al turista más de lo esperado, hacerlo feliz. Es ahí, en ese momento, donde podemos hacer la diferencia y ¿saben qué? ¡es contagioso! En la medida que otros te vean comenzarán a replicarlo, personalmente lo llamo el “virus de la hospitalidad”. Si aún no lo trabajas, comienza con dar las gracias, saludar y sonreír a la vez(son los primeros síntomas).
Podemos tener destinos turísticos espectaculares, carreteras increíbles, gastronomía para todos los gustos, artesanías nunca antes vistas, en fin, productos turísticos innovadores, pero si no estamos contagiados con el virus de la hospitalidad no nos servirá de nada, no nos recomendarán ni menos superaremos las expectativas de nuestros clientes.
Los invito entonces a propagar este virus para que así, todo el esfuerzo que nos ha costado como sector ponernos nuevamente de pie, valga la pena y convirtamos a nuestros destinos en los mejores por sus riquezas naturales y culturales, pero también por la calidad de su gente y por la hospitalidad única. Que nuestro virus sea el único del que no queramos ser vacunados para que esté siempre presente, nos engrandezca como profesionales y nos motive a seguir adelante, porque #Chile hay para todos.
Ana María Ricke, Directora de las Carreras de Turismo en Duoc UC Valparaíso