«Chile se fue de farra I»

Por qué, esta afirmación que Chile se fue de farra, la razón, el fundamento, el sustento, tiene su base sobre un pilar fundamental, que no es otro que el ahorro, pues sí, tal como lo digo, Chile, en el concierto mundial sin duda alguna, es uno de los pocos países para decirlo en jerga simple, chilensis, que tenía plata guardada bajo el colchón, y agreguémosle 40 mil millones de dólares con los 3 retiros de las Afps.
¿O de dónde cree usted que han salido los distintos e innumerables apoyos sociales, económicos, que han recibido hasta el día de hoy en pandemia millones de chilenos?,y no me equivoco, lo reitero,¡¡millones de chilenos!!, y millones incluidos que no tenían por qué haber recibido absolutamente nada.
8 millones de chilenos, antes de la pandemia, es decir hace dos años atrás, tenían empleos remunerados con cotizaciones previsionales mensuales, y de ellos, todas las cifras oficiales al día de hoy reconocen, incluso es más, de parte de distintos personeros políticos opositores u oficialistas, no más de un millón perdió su empleo, y de ese millón, hoy gracias a una ley impulsada por este gobierno, si bien perdieron su fuente laboral, fue de manera temporal, cuya remuneración la compensó el seguro de cesantía y bonos.
¿Por qué sostengo que millones de forma injustificada recibieron, y continúan recibiendo, ayuda social y económica?
Porque hoy, gobierno y especialistas, reconocen que al menos más de 10 millones de chilenos están siendo beneficiados, entre otros, con subsidios, mediante por ejemplo, el IFE de emergencia, pero lo que si me parece bien, es que el Estado brinde apoyo a los ciudadanos que lo estén pasando mal, pero podemos encontrar razonamiento lógico que con plata de todos los chilenos hoy, por ejemplo, estén recibiendo, casi $ 600.000 mensuales quienes tienen un empleo y un hogar constituido por cuatro personas y que cuentan con una remuneración estable, permanente, demostrable de no menos de 3 millones de pesos al mes.
Cuando nos hablan de igualdad, no discriminación, que los que tienen más deben subsidiar a los que tienen menos, hoy en este país está ocurriendo precisamente lo contrario, porque el razonamiento lógico dice que quienes realmente lo han pasado mal en esta pandemia han debido recibir apoyo, y por solo citar ejemplos prácticos demostrables, como el gremio de los garzones en este país y de los transportistas escolares a quienes de verdad el estado debió dar prioridad 1, reciben exactamente la misma plata que le entrega el estado a alguien que cuentan con empleo, y más aún, la misma que quienes nunca durante toda la pandemia lo han visto interrumpido, entre otros, a más de un millón de empleados públicos que tiene este país financiado por todos los chilenos que no han perdido su empleo, y que no solo reciben su sueldo mensual, sino que además, distintos bonos extraordinarios equivalentes, en algunos casos, hasta cuatro sueldos adicionales al año.
Y agreguemos, por citar otro ejemplo, a los trabajadores portuarios, que solo en el caso de San Antonio no son menos de 2000 contratos directos al interior y que ganan en promedio mensual, incluido bonos y otros beneficios, no menos de un millón de pesos cada mes, o podríamos agregar a los, al menos 100.000 funcionarios públicos que reciben con plata financiada por todos los chilenos no menos de 3 millones cada mes, y súmele, además, un número no inferior a 100.000 chilenos que son producto de la pitutocracia de políticos en los distintos gobiernos, desde Arica a Punta Arenas, que reciben a todo evento cada mes, no menos de 2 millones de pesos mensuales bajo figura honorario.
Resumiendo, se debió dar apoyo, solo a quienes, de verdad, la han pasado mal.

Francisco Acosta D.