De buitres y jotes

Mi padre…que como ya he contado en otras oportunidades fue de la Policía de Investigaciones…detestaba la crónica roja en general y los periodistas del área en general. Decía que eran el resultado de la cruza de un buitre y un jote.
De hecho…allí donde en suerte fue designado jefe de la Unidad…Ovalle, San Antonio, Arica, Santa Cruz, Concepción y el Laboratorio de Policía Técnica daba orden en la Guardia de no permitir el ingreso de ningún «chico» de la prensa.
Tenía tres motivos….el morbo que estos alimentaban. La falta de respeto por víctima y supuestos victimarios y ventilar (Hoy dirían filtrar) información que al final entorpecían la investigación.
Le molestaba sobre todo la falta de rigor…de mezclar…con fines editoriales y económicos…hechos…rumores y la imaginación.
Lo que importaba era la sangre…mucha sangre en las portadas de tal modo que el diario vendiera.
Y exhibía un ejemplo. El 6 de octubre de 1950 fue fusilado en Santiago el autor de uno de los crímenes más horribles de que se tenga memoria. La víctima…un comerciante sanfelipeño de origen árabe a manos de su hombre de confianza…el carnicero…conocido como Tucho Caldera.
En realidad la sentencia debía haberse cumplido el domingo anterior (29/09) pero se aplazó para el siguiente. No recuerdo el motivo. En esos tiempos el medio de prensa roja por excelencia era la Revista VEA…un semanario que salía a la calle los días lunes. Mi padre la llamaba; Boletín Oficial de la Morgue…para que se hagan una idea.
Por razón de lógica y pudor le estaba prohibido a los medios de prensa reportear una ejecución…que en nuestro país era el fusilamiento.
Sin embargo…y sin que nunca se dilucidara su origen en la edición del lunes 30 de septiembre…en portada VEA puso la foto de un individuo sentado y atado a un poste, con la cabeza cubierta con una capucha…la cabeza caída hacía adelante…y un titular en grandes letras. FUSILADO EL TUCHO CALDERA. Sólo que…ya sabemos…ello no había ocurrido.
Hace dos meses…por muchos días los cuervos y buitres de la prensa alimentaron el morbo del vulgo con horas y horas de despachos…crónicas…entrevistas…expertos…hablando de un tema. La desaparición del menor Tomás Bravo.
Como había que darle trigo al pollo plantaron…con la ligereza e irresponsabilidad que les caracteriza en el imaginario de la opinión pública un falso silogismo. Si el tío abuelo era el último en haberlo visto «algo» debería tener que ver.
Y como la imagen era…hombre viejo y niño pequeño…hermoso además…claro.. tenía que tratarse de un caso de paidofilia. Y como la malidicencia ya hace mucho que se apoderó de las redes sociales entonces fuimos testigos de lo esperable. La poblada…presa de la histeria colectiva entonces salió a los espacios públicos a exigir justicia…la pena de muerte.
Menos de 24 horas luego del hallazgo del cadáver del niño un irresponsable…con título de abogada y el rango de Fiscal…sin informe escatológico a la mano declara urbi et orbi que los restos muestran la intervención de terceras personas y procede a imputar como responsable al tío abuelo. El populacho entonces va contra la morada de éste…contra la comisaría de Carabineros donde se le lleva esposado y desde todas las comarcas llegan hombres…mujeres y niños ululando…sedientos de sangre; JUSTICIA…JUSTICIA…JUSTICIA. Y brotan animistas y centros de paroxismo reflexivo.
Pero el tiempo…inexorable…sigue su camino y la prensa deja el caso porque ya no es «chancho que de manteca».
Hasta que hace poco se filtra el que al parecer es el informe de autopsia definitivo. Hipotermia e Inanición…es decir…la causa de muerte de Tomás «sería» (dicho en potencial…al que siempre recurre la prensa para no meterse en problemas legales).
Y otra vez la ciudadana e interesada indignación. De unos…por que la familia llegó a enterarse por la prensa y no de modo oficial y dos…porque tales caudales de muerte echa por tierra muchas semanas de portadas sensacionalistas….»Asi Somos» y «Mentiras Verdaderas» ya tenían contratados algunos abogados…especialistas forenses. Y para tener una opinión del más allá estaban listos Pedro Engels…María de los Ángeles Lasso y Alejandro Ayun. Ni hablar de los matinales. Sus editores y Jefes de Redacción están con lipiria.
Y en medio de éste marasmo altisonantes de pueblo surge Patricia Muñoz…abogada…directora de la Defensoría de la Niñez que reconoce y condena los desaguisados mediáticos…el aniquilamiento público que se ha vuelta recurrente alimentado por una prensa más interesada en el lado morboso que en el informativo. «¿Se imagina si los manifestantes que se agolparon en el frontis de la casa del tío abuelo hubiesen podido cojerlo?» le preguntaba al periodista Rafael Cavads.
En éste instante la defensa del hasta ahora único imputado se apresta a pedir su sobreseimiento definitivo.
Yo entiendo la decepción de los jotes y los cuervos…también de todo carroñero. Hay decepción.
¿Y eso era todo?
¿Qué vamos a hacer tras el sepelio?
A no preocuparse.. saltó al ruedo otro potencial implicado…que satisface plenamente…ya no sólo a los que buscan desnudar el perverso lado humano. También ahora el político.
Las Forestales. Es que los Matte y los Angelini codician ese paño de tierra para poder plantar más pinos.
Bueno…todos sabemos los que nunca se van a acabar.

Alejandro Iglesias