Es hora del cambio ante el enojo y malestar social.

En la sociedad chilena existe un profundo malestar y enojo con todo aquello que signifique poder, que busca expresarse no solo por las carencias sociales y económicas, es también por la demanda por dignidad, y respeto por el derecho a ser tratado como iguales; sin exclusión ni paternalismo. Aquello es una práctica cotidiana de la clase política y de la elite económica del país en su relación con el ciudadano, tanto en el trabajo como en todos los ámbitos de la sociedad; este malestar tiene su origen histórico en la práctica de la cultura del abuso instalada en Chile desde antaño que opera en contra del ciudadano común.

Las personas sienten que las instituciones les generan un mal trato, los tramitan, les ponen condiciones y los denigran cuando tienen que concurrir a hacer algún trámite, esta mala y deficiente relación es lo que provoca agobio, enojo, frustración y en muchos casos ira.

El Estado de Chile es lejano a las personas y ha permitido al poder económico el abuso con los servicios más elementales como la salud, la educación, las pensiones, ha favorecido la especulación de los supermercados y las grandes tiendas, que en pandemia han subido los precios sin importar la mala situación de la gente.

La institucionalidad y actividad política está cuestionada y con una muy baja representación entre todos los partidos políticos, no reúnen más de quinientos mil militantes, pero terminan decidiendo los destinos de millones de personas, sin darse el trabajo de implementar mecanismos para que la gente participe y opine sobre temas de relevancia social y económica, siempre son los mismos o sus familiares los que aparecen como candidatos acomodando los discursos y con promesas que saben que nunca cumplirán, esta práctica es lo que aleja a las personas de la actividad política y se
termina entregando los destinos del país a los mismos que cuestionamos.

Chile puede y debe ser mejor es el tiempo del cambio, ese cambio debe ser con todos y para todos o no será cambio, será más de lo mismo. Debemos organizarnos, participar y fortalecer las organizaciones sociales para buscar ser parte activa de un chile solidario, justo con más igualdad, sin injusticias, un Chile donde nos respetemos y podamos caminar sin temor construyendo nuestros proyectos personales y de país.

Arturo Martínez Molina
Sindicalista
Presidente de la Central de Trabajadores de Chile