ADONDE SE FUE LA PLATA
El principal argumento populista para justificar el reparto de los fondos previsionales provino de la campaña “No+ AFP” que afirmaba que las administradoras eran una estafa y que se habían robado la plata. Es cierto que las pensiones están lejos de ser el 80 % de la última remuneración como se estimaba cuando se dictó el 3.500 en 1981.
Pero la verdadera razón es que, nadie, ni el estado, políticos, dirigentes, y docentes se preocuparon del cambio demográfico de nuestra población caracterizado por un aumento de la esperanza de vida desde cerca de 70 años a 81 años en la actualidad de modo que la tasa de cotización del 10 % inicial, hoy es insuficiente para un pago de reemplazo del 80 % por un período de 10 años cuando originalmente eran 5. Para el populismo es más fácil la calumnia, un robo, ignorando los factores reales. El primer retiro fue el mejor desmentido. La plata estaba ahí y bien invertida con un alto rendimiento. Cerca de 10 millones de afiliados giraron us $ 21.000 millones.
Las reformas propuestas en 2006 por la Comisión Marcel y una década más tarde por la Comisión Bravo, contemplaban aumentar la tasa de cotización por lo menos al 16 % junto con extender en a lo menos 5 años el período laboral para restablecer niveles de pensiones contemplados en el DL 3500 original como así mismo mejorar substancialmente los beneficios asistenciales para las personas de bajos ingresos. Han transcurrido otros cinco años y aun el estado indolente ha fracasado en reformar el sistema.
La demagogia y politiquería han distorsionado la realidad y la mediocridad política ha ignorado las proposiciones de las dos grandes comisiones técnicas y propiciar la vuelta al sistema de repartos fracasado en todos los países. El de nuestro país, antes de 1981, se regía por más de 600 normas legales de discriminatorias arbitrarias y privilegios impresentables pactados entre políticos para ganar votos.
Transcurrido 15 años de comisiones para la reforma el populacho político, a diferencia de la expropiación dictada en la Argentina de los
Kirchner, ha preferido incentivar un asesinato disimulado, permitiendo los retiros voluntarios desde julio del 2020 y están prontos a aprobar un cuarto, quinto o por el total del saldo que va quedando hasta que los propios afiliados los lleven a cero. Así el pueblo político se lavará las manos porque, si bien aprobaron las leyes, dejaron la decisión a los afiliados. Las encuestas de opinión revelan que el 70 % asegura que esos retiros son para captar las simpatías de los votantes de las próximas elecciones.
Los tres retiros han significada que cerca de 10 millones de afiliados solicitaron giros por US $ 50.000 millones, el 25 % del patrimonio total de los fondos de las cuentas individuales.
Los detractores, poco informados, sostienen que tal cantidad de dinero ha generado un carnaval de gastos en consumo, ignorando las funestas consecuencias que deberán enfrentar cuando se pensionen en 5, 10, 20 o 30 años más.
¿Dónde fueron a parar todos estos ahorros??
Diferentes indicadores económicos tales como la evolución mensual del patrimonio de los fondos mutuos y de inversión (cerca de 500 fondos con aproximadamente 3 millones de partícipes), de los depósitos a plazo y ahorro en el sistema financiero, revelan un importante crecimiento desde el primer al tercer retiro del orden de US $ 40.000 millones. Por otra parte, los índices de ventas de supermercados y del comercio minoristas que venían mostrando una caída a consecuencia de la recesión producida por la pandemia, acusaron un leve repunte a mediados del 2020, algo que no ocurrió después del segundo y tercer reparto a pesar de los diferentes subsidios como beneficios de bonos y EFE de emergencia creado por el fisco.
¿Por qué los ciudadanos han preferido invertir en fondos de capitalización independientes de los fondos de pensiones?
La respuesta es el temor sembrado por el discurso No + AFP, por las propuestas de la izquierda para volver al sistema de reparto manejado por el estado, acabar con el “modelo”, una nueva constitución, el reformismo populista, la tentación de replicar la confiscación de los ahorros previsionales ya citado. Todo ello ha atemorizado a los afiliados
de que el estado les robe sus ahorros mediante una estatización legal, prometiendo una pensión decente cuando se jubilen.
Por lo tanto, no sorprende que no pocos hayan optado por girar todo o gran parte de los tres retiros y depositarlos en valores financieros de ahorro y capitalización privados que muestran seguridad, rendimientos y rentabilidades semejantes a las que se obtenían en las AFP.
Hay que huir de las garras diabólicas del estado que se ha vuelto inconfiable, manifestado por los altos índices de desaprobación a gobernantes, parlamentarios, jueces y … hasta la reciente Asamblea Constituyente ya contaminada por el populismo.
Hay quienes advierten que los repartos producirían efectos macroeconómicos adversos, algo que no ha ocurrido ya que los indicadores muestran que los dineros en una alta proporción han sido reinvertidos en instrumentos de ahorro privado. Una mera sustitución entre activos financieros desde las AFP a los privados sin que ello haya producido un descalabro en la economía. Este cambio en la tenencia de activos financieros fue apoyado por el Banco Central, con pactos de retrocompra de los activos que las AFP le vendieron evitando un shock en los precios y tasas de interés, como la evidencia ha demostrado. El traspaso ha sido macroeconómicamente neutro.
El recrudecimiento de la inflación que se está produciendo tiene su origen en otros factores que el Banco Central no ha explicado. La dinámica de la política monetaria indica que los cambios en la oferta de dinero producen sus efectos en el mercado no en forma instantánea sino que toma 12 a 15 meses en producir todos sus efectos. Las tasas de inflación mensual se han mantuvieron dentro de los rangos esperados por el Banco Central, excepto con posterioridad al tercer retiro que comenzó a salirse de las metas establecidas. Lo que indica que la expansión monetaria comenzó antes de los retiros.
Javier Fuenzalida