Virus Respiratorio Sincicial
La aparición del Virus Respiratorio Sincicial (VRS) surge entre los meses de mayo y septiembre, afectando cada año en promedio a unos 5.000 niños que tienen que ser hospitalizados.
Los pequeños se contagian directamente por el contacto con secreciones respiratorias eliminadas a través de la tos o estornudos de una persona, y de manera indirecta por las manos u objetos contaminados. Sus síntomas son variados, pero por lo general aparecen entre el segundo y octavo día del contacto, con o sin fiebre, tos productiva y congestión nasal.
Los más vulnerables son los lactantes menores, quienes presentan dificultad respiratoria: respiran más rápido (polipnea), se les hunden las costillas o sobre el esternón (retracción costal), manifiestan aleto nasal, color azulado alrededor de la boca (cianosis), irritabilidad, rechazo a la alimentación, entre otros.
Es importante aplicar medidas de prevención mediante el lavado de manos, evitar la exposición al humo de cigarrillo, calefacción a parafina o carbón, no juntarse con personas que estén cursando algún cuadro respiratorio y usar mascarillas en espacios con aglomeraciones de público, también es fundamental ventilar todos los días los hogares. Para los menores de un año, se recomienda amamantar con más frecuencia, mantenerlos hidratados e implementar un buen aseo nasal.
Dado el aumento de los casos afectados por virus respiratorios es muy importante mantener las medidas de cuidado antes descritas, ya que se debe evitar llegar a los establecimientos de salud que en su mayoría están colapsados.
Carolina Uribe Directora Carrera de Enfermería Universidad de Las Américas Sede Concepción