Nuevos datos sobre el crecimiento

Hace pocos días el Banco Central de Chile informó que la economía chilena creció un 0,8% en marzo comparado con el mismo mes del año 2023. El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), que reúne la producción de cerca del 90% de los bienes y servicios del país y, es considerada, una estimación certera del Producto Interno Bruto (PIB), registró una subida considerada moderada por el mercado, esto en línea con lo proyectado en las semanas previas a la entrega del dato. El instituto emisor, explicó que el crecimiento del Imacec se explica por la expansión de la industria minera y del resto de bienes, compensando las caídas del comercio y la industria. El Imacec no minero presentó un incremento de 0,4% en doce meses, mientras que en términos desestacionalizados cayó el 0,6 % con respecto del mes anterior. La producción de bienes aumentó el 3,7% en términos anuales, incidida principalmente por el incremento del 8,2% de la minería y del resto de bienes que creció 2,7%, impulsado por la generación eléctrica, mientras que, por su parte, la industria cayó 2,3%. Es de notar que la actividad comercial presentó una contracción del 5,3% debido principalmente al comercio automotriz y mayorista, en el primero, destacaron las menores ventas de vehículos, y en el segundo, las ventas de alimentos. Finalmente, los servicios aumentaron un 0,5% en términos anuales, donde se registraron crecimientos en la mayoría de las actividades, destacando los servicios de transporte. Es un hecho que Chile se recuperó más rápido de lo esperado tras la pandemia, con un aumento histórico del PIB del 11,7% en 2021 (obviamente explicado por el año de comparación), pero en el 2022 comenzó a ralentizarse, proceso que era esperable, y cerró con un crecimiento del 2,4%. Con la inflación contenida, que cerró 2023 en el 3,9%. El gran reto de Chile para este año es retomar la senda del crecimiento, después de evitar la contracción y cerrar el 2023 con un aumento de un 0,2%. Por ahora, las proyecciones del Banco Central y de distintos organismos internacionales estiman que la economía chilena volverá a crecer entre un 2% y 3% en 2024. Si bien el Imacec de marzo se manifestó en una cifra más baja de lo anticipado, no cambia la perspectiva general para el año 2024. Estaríamos más cerca del 2,5% que del 3%, sabiendo que nuestra economía manifiesta factores estructurales que frenan un tan esperado mejor desempeño. Pero no todo son variables internas que condicionan nuestro crecimiento. Es de toda justicia manifestar la relevancia de situaciones como, por ejemplo, qué pasaría si la inflación en Estados Unidos no se reduce de forma rápida, observaremos tasas de interés más altas y un menor crecimiento mundial, golpeándonos en nuestro crecimiento económico. Quizás aquí toma relevancia recordar lo que el Banco Mundial manifestara sobre el Panorama General de Chile solo hace unas semanas: “Un desafío clave de Chile es avanzar hacia un crecimiento mayor y más inclusivo. En los seis años previos a la pandemia, el crecimiento fue, en promedio, de solo el 2 %. Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas. Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos. El país debe también impulsar la transición verde a nivel mundial, tanto con la energía renovable como con el plan para expandir la producción de litio a través de alianzas público-privadas, que podrían contribuir a un mayor crecimiento en el futuro”.

Manuel Cea Acevedo, director de la carrera de Ingeniería en Administración de Empresas de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.