Hablemos de alfabetización digital
El reciente anuncio del Ministro de Educación, Marco Ávila, sobre la elaboración de un proyecto sobre educación en afectividad y sexualidad integral, ha reabierto el debate en torno a los desafíos actuales del sistema.
La pandemia, sin duda, ha tenido un impacto tremendo en nuestros escolares, pero no debemos perder de vista que las brechas socioeconómicas y los sesgos de género llevan décadas impidiendo que la educación pueda ofrecer mejores oportunidades para todos y todas. Estamos ante un escenario complejo, pero este no puede ni debe abordarse con una mirada a corto plazo.
Hay quienes aseguran que, ante la escasez de recursos, tanto económicos como humanos e incluso de tiempo, hay que concentrarse en lo urgente. Pero ocuparse de las urgencias —como el rezago en los aprendizajes o la exclusión escolar— no necesariamente implica dejar de lado lo importante. Como se dice popularmente, se puede caminar y mascar chicle al mismo tiempo. Y no solo se puede, sino que es importante hacerlo.
En el informe “Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación”, la UNESCO da pistas, con el horizonte puesto en el año 2050, sobre cómo avanzar en reparar las injusticias y al mismo tiempo ir cimentando las transformaciones que el futuro necesita. Propone enfocarse en la ecología y el medio ambiente y en el desarrollo de las habilidades que se requieren para vivir en una sociedad cada vez más tecnologizada, siempre conservando las libertades democráticas e individuales. De ahí la importancia de hablar sobre alfabetización digital, herramienta que, además, puede empoderar a las mujeres y ayudar a reducir las brechas que las afectan.
En esta línea, junto a Fundación Kodea, en nuestro proyecto IdeoDigital estamos impulsando el aprendizaje de las Ciencias de la Computación en las salas de clases. Se trata de una disciplina de estudio que consigue motivar a los alumnos con su propio aprendizaje, algo que cobra especial relevancia hoy, dadas las altas cifras de ausentismo problemático reveladas por el Mineduc y por el Monitoreo Educacional en Pandemia, realizado por el CIAE de la Universidad de Chile, la Escuela de Gobierno de la UC y el Instituto de Sociología de la UC, con el apoyo del Mineduc, la Subsecretaría de Educación Parvularia y nuestra fundación.
La búsqueda de respuestas para estos desafíos debe ser colaborativa, con diversos actores trabajando en conjunto, cada cual dando lo mejor de sí y aportando al gran cambio que necesita nuestro país. Este enfoque es fundamental para abordar problemáticas sistémicas con un enfoque catalizador y transformador.
Alejandra Garcés
Directora BHP Foundation