Volviendo a conectar: la magia de regalar juguetes tradicionales y celebrar en familia
Al transitar nuevamente hacia el término de año, dentro de un mundo cada vez más inmerso en la tecnología, es importante recordar lo esencial de la niñez y de las relaciones parentales y humanas. Cabe entonces reflexionar, ante las festividades que se aproximan, qué tipo de regalos significativos y respetuosos con la infancia se pueden hacer a nuestros niños.
Alejarse de regalos tecnológicos significa proporcionar un descanso necesario del constante bombardeo digital, ya que sabemos que la sobreexposición a dispositivos electrónicos puede afectar negativamente la salud mental de las personas, incluyendo a los infantes. Como contraparte, un juguete tradicional ofrece un camino diferente hacia un mundo donde se accede con imaginación y se participa del juego genuino.
Niños y niñas necesitan de experiencias táctiles, físicas y emocionalmente saludables para crecer y desarrollarse de forma integral. Frente a esto, regalos tradicionales tan sencillos y divertidos como pelotas o hula hoop, fomentan la actividad física, ayudan a desarrollar habilidades motoras promoviendo la coordinación ojo-mano y contribuyen a la construcción de una base sólida para un desarrollo beneficioso y a la adquisición de habilidades sociales y emocionales, porque cuando en grupo se comparte uno de estos juguetes, se está aprendiendo a trabajar en equipo, a respetar las reglas y a desarrollar empatía.
Ante esta esta necesidad real y revisando distintas opciones, aparecen ideas cuya elección depende de los intereses y afinidades de cada niño, por ejemplo, un set completo de arte que considere pigmentos, pinceles y pequeñas telas; un kit de ciencias para experimentos sencillos en casa, bloques de construcción de diferentes tamaños y materiales o juegos de mesa para momentos en familia, entre varias otras posibilidades. También se puede considerar hacer regalos hechos por cada miembro de la familia, llevando a valorar el sentimiento contenido en aquel gesto.
Regalar juguetes tradicionales y retornar a la simpleza de estar en familia es entregar experiencias placenteras y nutritivas que contribuyen al desarrollo de las habilidades que acompañarán a lo largo de la vida. De esta forma, la reflexión invita a considerar regalos sencillos, en sintonía con las potencialidades de cada niño, sin señal anclada al wifi o enchufes que impliquen apagar las sensaciones, la emoción, el cuerpo, las relaciones y el conocimiento del mundo.
Jessica Castillo Académica Carrera de Educación Parvularia Universidad de Las Américas Sede Concepción