Concejales sanantoninos rechazan presupuesto para importantes obras municipales

Ante la profunda consternación de funcionarios y funcionarias municipales, el pasado miércoles 17 , el Concejo Municipal de San Antonio tomó la decisión de rechazar el presupuesto propuesto para la contratación de la empresa Sonimarsí Ingeniería, Construcción y Asesoría Técnicas de Obras Limitada.
Esta empresa, había sido seleccionada como adjudicataria en la licitación privada “Habilitación Dependencias Municipales, Ilustre Municipalidad de San Antonio, Etapa I”, se enfrentó a un revés financiero cuando su oferta de $363.479.690 fue declinada.
“Este rechazo no solo representa un obstáculo para el futuro de estas obras, sino que también afecta directamente al progreso y bienestar de nuestra comunidad”, señaló la alcaldesa Constanza Lizana una vez concluida la votación.
Las obras contempladas en este proyecto incluían la edificación y rehabilitación de inmuebles significativos para el municipio, tales como la construcción de nuevas dependencias para la Dirección de Obras Municipales (DOM) y la tan necesaria recuperación de espacios de la Biblioteca Pública N°68 Vicente Huidobro.
La oferta, que fue ampliamente debatida en diversas comisiones, llegó al Concejo por segunda vez, encontrándose con un resultado desfavorable de cinco votos en contra y cuatro a favor. Los concejales Maximiliano Miranda, Valentina Riquelme, Manuel Meza, Lorena Zamorano y Paola Améstica expresaron su oposición, dejando en suspenso el futuro de estas cruciales mejoras para la infraestructura municipal.
Entre las razones presentadas para no aprobar este proyecto, se encuentra la proporcionada por la concejala Riquelme, quien puso en duda la idoneidad del oferente, señalando que uno de los ítems de evaluación tenía una puntuación muy baja.

Reposición del edificio de la DOM
Sin lugar a dudas, uno de los problemas más complejos es la adversidad a la que se enfrentan los empleados de la Dirección de Obras Municipales en la actualidad. Estos profesionales experimentaron la devastación de su lugar de trabajo a raíz del estallido social en enero de 2020, lo que les obligó a trasladarse a una sección de la Biblioteca Pública N°68 Vicente Huidobro.
José Luis Farías, director de la DOM, comentó sobre la situación actual de la unidad: “Desde enero de 2020, cuando perdimos nuestras instalaciones, nos hemos reubicado en la biblioteca, utilizando específicamente el salón de uso múltiple y el salón de conferencias. En la actualidad, estamos algo hacinados y carecemos de un espacio apropiado para realizar reuniones y ofrecer comodidad a los usuarios”, señaló.
A su vez, Farías agregó que “en varias ocasiones, la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos nos ha pedido que desocupemos estos espacios, ya que se requiere que el edificio de la biblioteca se utilice completamente para el propósito para el cual fue construido. Entendemos la situación, pero la falta de un lugar alternativo nos impide salir.”
Respecto a los intentos de reposición del edificio, Lilian Lema, directora de la Secretaría Comunal de Planificación, indicó que “el retraso en la reconstrucción después del incendio ha tenido un impacto negativo en el presupuesto operativo diario. Después del siniestro, colaboramos con la DOM para diseñar un proyecto financiado con los recursos obtenidos de los seguros del edificio. Sin embargo, la licitación inicial fracasó y la segunda fue cancelada prematuramente debido a los problemas causados por el Estallido Social y la pandemia, los cuales impactaron la disponibilidad de mano de obra y los costos”, explicó.
A su vez, Lema agregó que “los intentos de licitación posteriores no prosperaron por insuficiencia de fondos, lo que llevó a reducir el alcance del proyecto. Después de cinco intentos, se consideró una licitación privada con empresas confiables, la que con anterioridad trabajamos y cumplieron con las expectativas de las obras”.
La resolución del Concejo Municipal de San Antonio ha marcado un punto de inflexión en la planificación urbana de la ciudad. Tras el rechazo del presupuesto, se inicia un periodo de reflexión y búsqueda de nuevas alternativas para resolver una situación que persiste desde hace más de cuatro años, afectando tanto a los funcionarios como a los usuarios de servicios municipales como la biblioteca y la Dirección de Obras Municipales (DOM).”