Posibilismo estratégico y cuenta pública
En un contexto de desafíos políticos, económicos y sociales complejos, el concepto de «posibilismo estratégico» acuñado por Albert Hirschman ofrece una valiosa guía para la formulación de políticas y la comunicación gubernamental. De cara a la próxima cuenta pública del presidente Gabriel Boric, adoptar un enfoque de este tipo podría ser no solo prudente, sino también inspirador. El posibilismo estratégico, con su énfasis en lo factible, el incrementalismo, la adaptabilidad y el optimismo razonado, puede proporcionar una estructura sólida al discurso presidencial y, más importante, para la gestión gubernamental en tiempos inciertos como los que corren.
Un enfoque en lo factible podría llevar al presidente Borica centrarse en soluciones concretas y alcanzables que respondan a las necesidades inmediatas de los chilenos. En lugar de presentar grandes visiones o promesas difíciles de cumplir en el actual escenario y con un ciclo electoral en desarrollo, el discurso debe resaltar los logros ya obtenidos y las metas a corto plazo que son factibles dentro del contexto actual.
La potente señal de moderación que dejaron los fracasados ensayos constitucionales es una señal inequívoca para impulsar cambios graduales y progresivos. La lógica incremental puede resultar crucial en un entorno donde las reformas están enfrentando resistencia y desafíos de negoción complejos dada la correlación de fuerzas que imponen el actual bibloquismo polarizado. En sintonía con lo anterior presidente Boric debería subrayar en su discurso cómo su administración está implementando mejoras paso a paso en áreas críticas como la salud, la vivienda y la seguridad social.
También la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias y ajustar las políticas a cambios en el entorno situacional es fundamental. El presiente Boric debe destacar cómo su administración está respondiendo de manera flexible a los cambios económicos y sociales, ajustando sus estrategias según sea necesario. No se trata de renunciar a las convicciones. Se trata de gobernar con foco en la realidad y bajo la lógica de las responsabilidades.
Finalmente, el posibilismo estratégico se basa en un optimismo razonado: reconocer las limitaciones, pero también buscar activamente oportunidades para el progreso. El mandatario debe transmitir un mensaje de esperanza, pero fundamentado en la realidad y los logros alcanzables.En lugar de prometer una solución mágica para todos los problemas de Chile, el presidente podría enfocar su discurso en cómo, a pesar de los desafíos, hay razones para el optimismo.
Adoptar el posibilismo estratégico en el discurso de la próxima cuenta pública permitiría al presidente Gabriel Boric presentar una visión pragmática y creíble de su administración. Este enfoque no solo alinearía las expectativas públicas con lo que es factible, sino que también fortalecería la confianza en el gobierno al mostrar un compromiso con el progreso incremental, la innovación y la adaptabilidad.
En lugar de quedar paralizados por la búsqueda de soluciones ideales o perfectas, puede ayudar a promover la identificación y explotación de oportunidades reales y alcanzables, avanzando de manera incremental y adaptativa.En tiempos de incertidumbre, un mensaje que combine realismo con esperanza puede ser precisamente lo que Chile necesita para avanzar de manera efectiva y sostenible. No hay otra forma de liderar y gobernar.
Dr. Marco Moreno Pérez
Académico Escuela de Gobierno, U.Central