Un año negro
Con el triunfo de Colo Colo sobre la U en el fútbol femenino y el ascenso de Deportes Limache a la serie de honor, se acabó por este año el fútbol chileno y como estamos finalizando este 2024, me parece que los balances se hacen necesarios y a simple vista, en general, no son positivos.
En el espíritu del hincha del tablón aún está la amargura de la participación de nuestra selección con miras al próximo campeonato mundial. Independientemente de lo que suceda en la temporada próxima donde aún hay posibilidades, la Roja está en deuda con el fútbol. Fue un año negro, sin dudas.
De la promesa de mejorar el trabajo en las divisiones inferiores para que las canteras provean de buenos jugadores a los diferentes equipos no se habla y de las categorías a nivel de selección el panorama es similar. No hay que olvidar que se pretendió eliminar algunas series, lo que afortunadamente no prosperó. Fue un año negro.
Desde hace ya tiempo se alzan voces de que la televisión es la culpable de la crisis del balompié nuestro y tal vez en parte tengan razón, porque hay clubes, que no son más que eso, clubes y no instituciones que se contentan con un dinero periódico que les llega a las arcas producto de las imágenes que se les entregan a los abonados.
La memoria es frágil y se les olvida que no son pocos los inconvenientes que hacen que esta mirada sea negativa.Se les olvida que el espectáculo deportivo que brindan es patético por calificarlo generosamente. Que los reductos deportivos no son dignos de un acontecimiento profesional en donde hay que incentivar al hincha a que regrese a los recintos, como hace décadas en donde no cabía un alfiler en todos los encuentros. Que hay que obligar a los dirigentes, mediante reglamentos, tener jugadores bisoños en partidos oficiales. Fue un año negro.
Se les olvida que el famoso registro de hinchas debió estar operativo hace ya más que un rato y los delincuentes, que muchas veces son amparados por los mismos dirigentes, debieran erradicarlos de manera definitiva.
Pero si hay que buscar responsables también tenemos que apuntar al Consejo de Presidentes, porque son ahí en donde se acuerdan reglamentos y se toman medidas que van en beneficio propio que del fútbol en general. Fue un año negro.
Podemos seguir dando ejemplos, el nivel del arbitraje chileno, el trabajo del VAR, la improvisación de los calendarios y muchos más, pero no vale la pena, por ahora, seguir extendiéndose en esta retahíla de hechos.
Esperemos que ahora que se acerca navidad y que los espíritus se inundan de amor y el ambiente se torna angelical, los responsables tomen conciencia que la actividad puede ser mejorada, pero siempre y cuando haya voluntad.
Juan Francisco Ortún
Periodista y académico U.Central