Del Fortín Mapocho y el coraje
Para septiembre de 1973 existían ocho diarios de distribución nacional…divididos…según su línea editorial en dos grandes grupos. A la izquierda El Siglo de propiedad del Partido Comunista, La Última Hora del Partido Socialista, El Clarín que si bien no se «casaba» con ningún partido político era de izquierda y el Puro Chile…una aventura personal de dos grandes periodistas de la epoca… Millas y Lira Massi. A la derecha…tibia…La Tercera. El Mercurio por la derecha derecha (y sus apéndices La Segunda y Las Últimas Noticias) y por último Tribuna cuyo propietario era el Partido Nacional.
Estos últimos tenían un tiraje de setecientos mil ejemplares diarios que subían a ochocientos mil los domingos. En la otra vereda reunían quinientos y seiscientos mil respectivamente.
Pero no se engañen…el mas vendido no era El Mercurio como muchos creen sino que El Clarín.
¿El secreto del éxito? Un lenguaje coloquial lindando en la grosería…directo…agresivo…mucho humor. Pelando a los políticos (preferentemente de derecha) y a los poderosos con ese lenguaje que hasta hoy es de uso común entre los «rotos» de nuestro país.
Golpeó con especial saña a Jorge Alessandri motejandolo como La Señora. Profundamente anti demócrata cristiano y si bien hubo una cierta «buena onda» con Allende…y pese a que Dario Saint Marie Sorucco (Volpone) y el Chicho eran amigos empezó de a poco a «hablar mal del gobierno lo que le significó un llamado a La Moneda (la leyenda habla incluso de amenazas de muerte) y al poco tiempo el diario era vendido a Víctor Pey….ni periodista ni empresario así que…sepa Moya de dónde sacó la plata.
Ese era el panorama para el golpe de estado.
A nadie sorprendió que a las 48 horas salieran a la calle los diarios de derecha y que de los de izquierda nunca más se supiese…hasta 1984 cuando el ex senador democratacristiano Jorge Lavanderos le comprara a los comerciantes de la Vega Fortín Mapocho, una publicación de índole gremial que estos tenían.
Un Clarín chico. La mayoría de los periodistas trabajaban ad honorem y se imprimía en una prensa bastante a mal traer que Neruda había comprado con el dinero del Premio Nobel. Fue semanario aunque mas de una vez la prensa les jugó una mala pasada y no pudieron publicar. Vivían al tres y al cuatro. A duras penas se financiaban con la venta. Cero publicidad y sus camiones repartidores eran constantemente interceptados por patrullas de Carabineros.
En 1987 el partido comunista italiano a través de sindicatos dominados por ellos decidieron darles una manito. Les regalaron una imprenta que sus técnicos vinieron a instalar y asesorar. También fueron sus principales financistas.
Gracias a ello estuvieron en condiciones de transformarse de semanario a diario y cambiaron el nombre por el de Fortín Diario
La publicación aportó el que hoy se considera…junto con ese mítico LE VOLAMOS LA RAJAJAJAJAJAJAJA del Puro Chile luego del éxito en las urnas de la UP en las parlamentarias de 1972 las mejores portadas de la prensa chilena. Al día siguiente de conocidos los resultados del Plebiscito del 88 en que ganase el NO Fortín Diario tituló; CORRIO SOLO Y LLEGÓ SEGUNDO.
En 1991…recuperada la democracia y pese a que la libertad de prensa campeaban los problemas económicos. Nunca lograron publicidad suficiente…ni de terceros y menos del mezquino estado y…contra todo pronostico bajaron las ventas. El último número se publicó el sábado 6 de julio.
Quise narrar esto luego de escuchar a la diputada comunista Karol Cariola reflotando la muy estalinista idea que en su momento expusiera Daniel Jadue, que se hacía necesario una ley que regulara a la prensa. Que el Estado debe ser mas «ecuménico» al momento de recurrir a los medios para su publicidad. Que la concentración de los medios….que las radios populares…que los medios «alternativos» y la monserga ya tantas veces escuchada.
Lo cierto es que la buena, punzante, inteligente prensa de izquierda que dio tribuna y crió a generaciones de buenos periodistas no tuvo ni el coraje ni las ganas de reverdecer laureles. El Partido Comunista intentó reflotar, sin éxito, a El Siglo. su boletín oficial. El buque insignia de la prensa radial de izquierda…la Cooperativa (DC) perdió la punta a manos de Bio Bio y a la Nuevo Mundo no la pescan ni los propios comunistas. Compraron la Umbral a la Iglesia Pentecostal con los mismos resultados.
La concentración de los medios es una realidad. Y se mantiene porque a la izquierda, creo, le faltó mística y una cuota no menor de arrojo que si tuvo Fortín Mapocho.
Alejandro Iglesias