Vecinos de toma de Placilla se manifestaron para pedir soluciones al problema de falta de electricidad

Este lunes decenas de personas que viven en la toma Alto Placilla y Cumbres Placilla llegaron hasta las afueras de la oficina de Chilquinta, para pedir soluciones a los problemas por la falta de electricidad, puesto que el generador que se ha dispuesto no cubre ni a la mitad de las familias que habitan el sector.
Los vecinos, que han vivido por más de dos años en esta toma, señalaron que las soluciones que se les quiso dar para contar con el suministro no eran suficientes, puesto que no alcanzaba para las más de 900 familias que hay en el lugar.
María José Bustos, presidenta de Cumbres, señaló que, “el problema que tenemos es que el transformador que está no da para tanta gente que está viviendo en la toma, no da para tantas viviendas y se nos corta la luz, pasan 2 o 3 días y no tenemos luz. Tenemos muchas personas insulino dependientes, conectados a máquinas, también la gente ha perdido una cantidad de artefactos, pero eso no nos importa. Solo queremos tener luz. Estábamos viviendo alrededor de 900 familias, a pesar de que hay más de mil sitios. Seguro viviendo de lunes a lunes hay más de 900 familias, entonces necesitamos que haya una ayuda para la gente y que aunque declararon en algún momento que la toma de Placilla no estaba habitada, deberían ir a ver ahora. Somos gente tranquila, de trabajo, nunca tenemos muchos problemas”.
Los vecinos también habían conocido de informaciones extraoficiales que tendrían una millonaria deuda por el servicio, pero, “nos habían dado una información informal errónea, pero nos dijeron que de aquí hacia atrás no hay deuda, lo que deja a la gente muy contenta, pero si vamos a tener deuda de aquí en adelante, pero la gente está dispuesta a pagar. Por tener luz todos van a querer pagar su luz”, añadió la dirigente.
Aunque no se entregaron muchos detalles de parte de los vecinos sobre las soluciones planteadas por parte de Chilquinta, si quedaron conformes tras la reunión que tuvieron en las dependencias de la sucursal de San Antonio.
“Como dirigentes y gente que vivimos en este campamento, somos mil familias que queremos pagar nuestra luz, no queremos nada gratis. Que eso lo tenga claro la comunidad, nosotros necesitamos una solución, siempre hemos querido pagar, la luz, el agua y lo estamos haciendo bien”, añadió Jorge Duarte, presidente de la toma Alto de Placilla.
Respuesta de Chilquinta
Desde la empresa entregaron una declaración respecto a las peticiones de estos sanantoninos, indicando que, “Chilquinta, al igual que las otras empresas de distribución eléctrica del país, está regida por la Ley General de Servicios Eléctricos y regulada por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), quienes establecen que, para poder conectar a nuevos clientes, se requiere contar con el título de dominio vigente o la autorización del propietario y la declaración de instalación eléctrica interior”.
Según el escrito se añadió que acordaron seguir en contacto con las familias de Fundo Miramar, al igual que lo hacen con el resto de los representantes de campamentos instalados en la zona de concesión, para avanzar en eventuales soluciones, dentro del marco legal.
“Es importante recordar que el año 2016, Chilquinta formó un área especializada al interior de la organización, cuyo objetivo es regularizar el suministro eléctrico de las familias que viven en esta condición y que en algunos casos permanecen conectados de manera irregular a las redes de distribución eléctrica, lo que afecta la confiabilidad del sistema, en desmedro de la calidad de servicio de nuestros clientes y que pueden ocasionar incendios por la precariedad de las instalaciones. Además, trabaja en coordinación con distintos organismos del Estado, entidades Municipales y dirigentes de comunidades, para hallar en conjunto soluciones que permitan mitigar los riesgos eléctricos y poder contribuir a la seguridad y regularización de sus conexiones eléctricas”, agrega el comunicado.
Actualización de catastro
Cabe indicar que tras la reunión realizada en dependencias de Chilquinta, los pobladores de la toma de Placilla acudieron hasta el municipio de San Antonio, para manifestar la necesidad de que se realice una actualización al catastro de familias que se encuentra habitando el lugar.
“Con el municipio vamos paso a paso, pero ahora llevamos la cantidad real de la gente que está arriba. Porque dicen que es menos gente, pero si hay bastante gente. Entonces, llevamos los documentos reales y también estamos pidiendo que nos visiten. La problemática más grande es que cuando se hizo un catastro fue a las 11 de la mañana. Lo que se entenderá que a esa hora más de tres cuartas parte de las personas en la toma estaban trabajando y hay muchas casas que las pueden mirar y decir que ahí no vive nadie, pero cuando se tiene conocimiento de lo que es una toma, esa persona está trabajando y si vive ahí. Entonces, un catastro a las 11 de la mañana va a decir que hay 450 familias, pero si van a las 9 de la noche, van a encontrar más de 900 familias”, indicaron ambos dirigentes de la toma.
Ahora esperan que se pueda contar con esta actualización, para que todos los caminos que deben tomar en materia de regularización puedan realizarse acorde a la cantidad de familias que están en el sector, quienes enfatizan que no dejaran las viviendas que han construido.
“Nadie de nuestra gente se va a mover, nadie se va a retirar, vamos a cumplir tres años, hemos tenido muchos problemas, hemos tenido incendios; pero hemos trabajado para mejorar, tenemos plazas, escuela popular, tenemos sede, centro de emergencia. Entonces, nosotros necesitamos que la vayan a ver ahora, que muestren lo que hemos hecho”, puntualizaron los dirigentes.