Mujer y Guerra

La guerra está afectando a la seguridad y estabilidad de miles de familias, mujeres, hombres y niños. Cuando hablamos de conflicto armado, son nuevamente las mujeres quienes ven vulnerados sus derechos, incrementando la discriminación, desigualdad y violencia de género a la que se ven afectadas. A la vez, son ellas quienes adoptan los roles de cuidado de la familia, además de proveedoras de recursos básicos para sus hogares, como salud o alimentos, en un momento donde estos son escasos. Se tiene, por tanto, una situación de alta vulnerabilidad de derechos para niñas y mujeres.

Es por esto que las mujeres deben participar activamente en este tipo de conflictos con roles que permitirán a otras sentirse seguras y representadas, por lo que es importante señalar que en el contexto de la negociación y aplicación de los acuerdos de paz es necesario considerar la perspectiva de género e incluir las necesidades de las mujeres y niñas en la repatriación, reasentamiento, promover su participación en los procesos autóctonos de solución de conflictos y la adopción de medidas que garanticen la protección y respeto de sus derechos humanos.

La Resolución 1.325 de la ONU, emitida el 31 de octubre de 2000, propone ampliar el papel de las mujeres en las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas y promueve el aumento de la representación de las mujeres en todos los niveles de adopción de decisiones en las instituciones y mecanismos nacionales, regionales e internacionales para la prevención, gestión y solución de conflictos.

Asimismo, en sus componentes indica que se reafirma el importante papel que desempeñan las mujeres en la prevención y solución de los conflictos y en la consolidación de la paz, y subrayando la importancia de que participen en pie de igualdad e intervengan plenamente en todas las iniciativas encaminadas al mantenimiento y el fomento de la paz y la seguridad, y la necesidad de aumentar su participación en los procesos de adopción de decisiones en materia de prevención y solución de conflictos.

Una paz efectiva va de la mano de construir y dar paso a una verdadera igualdad entre hombres y mujeres, una responsabilidad de la que todos debemos ser partícipes, más aún las instituciones vinculadas a la educación. En este sentido y entre otras iniciativas, la Universidad Andrés Bello será sede próximamente del seminario realizado por el Centro Conjunto para Operaciones de Paz de Chile (CECOPAC) en conjunto con el comité de Igualdad de Género de la Facultad de Ingeniería y el Comité de equidad de género y liderazgo femenino de la UNAB. Buscamos capacitar a nuestros académicos universidad en temas relacionados a los retos y prioridades de la implementación de planes de acción en materia de mujer paz y seguridad en Latinoamérica y en Chile. Todos debemos aportar si queremos generar un cambio.

Lilian San Martín Medina
Presidenta del Comité de Igualdad de Género Facultad de Ingeniería UNAB