Compromiso de género
Este año tiene un especial significado en nuestra sociedad chilena, nos encontramos frente a cambios rápidos, vertiginosos e inestables en materia de género. Desde esta mirada,el gobierno del Presidente Boric ha manifestado constantemente ser ‘feminista’. Durante estos dos años de pandemia el rol de las mujeres fue invisibilizado, la tasa de desocupación aumentó llegando a cifras que superan el 20% de desempleo; las tareas se volcaron en el hogar, los hijos y los quehaceres cotidianos, volviendo a construir en nosotras la representación social del cuidado y la maternidad.
Nuestra historia, la de la humanidad y la del planeta, ha contado múltiples relatos, pero ha ocultado otros; somos moldeadas por las construcciones sociales y culturales que se producen históricamente y que ponen en evidencia los roles asignados a mujeres y hombres.
Ahora es nuestro tiempo, se necesitan nuevas palabras para estas nuevas realidades, debemos ser visibilizadas, no ocultarnos, no podemos seguir estando ausentes; debemos dejar de normalizar las conductas que esta sociedad ha impuesto desde la opresión del patriarcado; somos mujeres valoradas, empoderadas y fuertes, capaces de sobrellevar todas aquellas vicisitudes que la cotidianeidad nos depara en nuestra condición humana como sujetas que sienten , aman y que abogan por sus derechos; debemos poner en relieve todos aquellos actos que puedan tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico que se producen en la vida pública como en la vida privada dando a conocer las diferentes formas de violencia que sufrimos o que hemos sufrido.
Desde la perspectiva de las mujeres, esta nueva forma de observar la realidad es el motor que está produciendo muchos cambios en el contexto social; el movimiento feminista ha tenido que deconstruir estas narrativas mayoritarias y socialmente aceptadas por una comunidad y así, contribuir a transformar las realidades de opresión que encierran, consiguiendo que las instituciones modifiquen sus políticas sociales y económicas. Por lo tanto, se espera que un gobierno feminista sea capaz de comprender los diferentes movimientos sociales que enfatizan una forma distinta de entender el mundo y las relaciones de poder entre los sexos.
Verónica Prieto Cordero
Directora de Licenciatura en Educación, UCEN