Liderar y educar desde lo femenino

En el contexto de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer surgen con más fuerza las instancias de reflexión y análisis en torno a los logros y desafíos en materia de igualdad de género, desarrollo, participación y derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.

No podemos desconocer los importantes avances obtenidos hasta hoy y el impacto que ha tenido en ello la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo 5 propone “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”, pero tampoco debemos olvidar los retos que aún tenemos por delante.

Siendo la educación un derecho humano fundamental para el desarrollo sostenible global, se alza como el camino propicio para avanzar en mejores oportunidades para el género.

El ODS4 propone “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, anhelo transversal y primordial para dejar atrás cifras que aún dan cuenta de la disparidad entre los géneros en materia de educación en todos los ciclos de formación.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), expone que dos tercios de los 771 millones de adultos que no poseen conocimientos básicos de escritura y lectura son mujeres, que existen 118,5 millones de niñas y jóvenes sin escolarizar y que, en dos tercios de los países, las mujeres solamente representan el 25% de los estudiantes que cursan carreras de ingenierías o de tecnologías de la información.

Es necesario seguir potenciando en todo el sistema educativo programas que promuevan la igualdad de género y los derechos de niñas y mujeres, que favorezcan una exitosa escolaridad, acceso a la formación profesional y técnica de calidad, a un trabajo digno y justo y a oportunidades de seguir creciendo y formándose durante toda la vida.

Tengo la convicción que desde la educación podemos impulsar los cambios que todavía se necesitan y que todas las mujeres aún añoramos para nuestra vida.

Paola Espejo
Vicerrectora UDLA, Sede Viña del Mar