PARA QUE BRILLE LA VERDAD

Se dice, que era una costumbre muy habitual  de los RATIS de antaño tener un par de soplones en el hampa y que estos SAPOS en ocasiones no terminaban muy bien; a la vez; la calle también cuenta que existían informantes de poca monta dentro de las instituciones policiales, filtrando información de redadas o allanamientos. En fin, y sin pelos en la lengua, siempre han habido delatores o informantes de medio pelo por ambos lados, con dinero de por medio o especial agradecimiento a favores concedidos; sim embargo, jamás la ciudadanía ni menos la  mayoría de los PDI imaginaron que su exdirector general  Sergio Muñoz, era un informante de secretos de varias causas que tenían el carácter de ser reservadas.
Infracción a la Ley 19.913, alusiva a la violación de secreto de investigación por malversación y lavado de activos; y por otro delito de violación de secreto, previsto en el artículo 246 del Código Penal de la Nación, son las acusaciones que por el momento se le cargan a Muñoz; y por lo cual,  se solicitó y decreto la prisión preventiva del exdirector de la institución policial en las dependencias de la Brigada de Reacción Táctica PDI, en Santiago, estableciendo un plazo de 120 días para la investigación.
He palpado mucha vergüenza y pena en los rostros de muchos PDI en los últimos días, ya que el directivo superior de su institución y el encargado de: “Establecer, consolidar, difundir y desarrollar las políticas de la PDI”, terminara siendo un desleal y  traidor informante.
    “Desleal”, pues no respeto en absoluto para lo que fue nombrado y no honró  la confianza entregada y concedida por el Presidente de la Nación para ejercer tan alto y distinguido nombramiento  de Estado, y “traidor informante”, ya que no fue digno del puesto otorgado en ser la cara visible de tan bien evaluada institución, traicionando la esencia fundamental de los directores  generales de la PDI, que es: “Preservar los principios y la doctrina institucional”; ya que, filtró información de varias causas que tenían el carácter de reserva.
      Queramos o no, lo sucedido afecta la confianza ciudadana en la PDI, ya que se piensa que si la cara visible de la institución cometió lo antes mencionad, que se espera del resto de los funcionarios policiales, agudizado por lo sucedido con Héctor Espinoza, predecesor de Sergio Muñoz  en la dirección institucional y acusado por malversación de fondos públicos y eventual lavado de dinero.
Qué pena por la institución que últimamente había recibido un excelente reconocimiento y alta confianza ciudadana en distintas encuestas; que sus dos últimos directores generales estén sujetos a investigación por los cargos mencionados. Los funcionarios policiales  sintieron el remesón;  los integrantes de esa  PDI formada por ciudadan@s chilen@s con verdadera vocación de servicio a la patria, ¡sí que están dolidos!
      Los TIRAS  de verdad; están  muy incómodos, defraudados y decepcionados  con lo sucedido; es  un personal  que ha dado todo por hacer bien las cosas en beneficio del país, arriesgando sus vidas y maximizando los recursos que se poseen.El PDI que asume   la institución, tiene una ardua tarea en transparentar y limpiar la mala imagen que se tiene de la elite institucional.  Ese “Para que brille la verdad” tendrá que ser con un barrido y pulido  a fondo, sacando a tiempo  lo  corrupto, para que no suceda más esta penosa verdad.
HUBERZZA