Las generaciones y su lucha en las empresas

ELPROA
El Diario de San Antonio

Una sala de reuniones donde un Baby Boomer comparte ideas con un Generacion Z, mientras un Millennial revisa métricas en tiempo real y un miembro de la Generación X coordina un proyecto híbrido, ya no es una escena futurista. Es la realidad laboral de hoy, y también un desafío que muchas empresas chilenas aún no logran descifrar del todo.
En este contexto, la diversidad generacional, la inclusión y el bienestar han pasado de ser buenas intenciones, a convertirse en necesidades estratégicas. Pero no todas las empresas están preparadas para este cambio. Aún existe un halo de empresa noventera que no entiende que la productividad requiere del bienestar de los trabajadores”.
Los datos lo respaldan. Según Criteria y Henkel, cada generación tiene prioridades y expectativas únicas. Mientras los Baby Boomers valoran la estabilidad y han sorprendido con su adaptabilidad tecnológica, los miembros de la Generación X priorizan el equilibrio entre vida laboral y personal. Los Millennials, por su parte, buscan propósito e inclusión en sus trabajos, mientras que los Gen Z demandan prácticas sostenibles y auténticas, movidos por una conciencia social profundamente arraigada.
El desafío para los líderes empresariales no es menor. La gestión de estos equipos multigeneracionales requiere empatía, flexibilidad y, sobre todo, la capacidad de adaptarse a una cultura laboral que cambia constantemente. Los líderes necesitan más apertura para crear ambientes inclusivos y saludables, porque solo así lograrán equipos comprometidos y resilientes.
El bienestar no solo impacta en el clima laboral, también en los resultados. Empresas que priorizan la salud emocional de sus colaboradores experimentan aumentos en la productividad y reducciones en la rotación. Pero lograrlo implica abandonar las soluciones genéricas. Cada empresa tiene una identidad única y necesita capacitaciones a medida, diseñadas como un traje boutique, para responder a sus desafíos particulares.
Chile se enfrenta a un punto de inflexión. Las empresas que comprendan el valor de la diversidad generacional y el bienestar no solo retendrán talento, también liderarán el camino hacia un mercado laboral más competitivo y humano.
El futuro laboral no espera. La pregunta es si las empresas chilenas están listas para adaptarse o si seguirán atadas al pasado, viendo pasar oportunidades mientras otras toman la delantera.

Sandra Castiblanco, directora Académica y Co Fundadora de Acción Global