Querida Sargento 1º de la Comisaria de San Antonio, Alejandra Quezada, celebra 25 años en Carabineros

La reconocida funcionaria de la unidad sanantonina cumple este 16 de mayo 25 años como carabinera, importante aniversario en que reconoció el significado que tiene para ella ser parte de la institución, trabajar junto a la comunidad y vivir el cariño que los vecinos y vecinas le entregan en cada oportunidad.
Alejandra Quezada Alvarado, Sargento 1º  de Carabineros, quien actualmente forma parte de la Oficina Comunitaria de la 1º  Comisaría de San Antonio, cumple este 16 de mayo 25 años siendo parte de la institución, instancia en la que conversó con Diario Proa sobre su historia y como vive su vocación día  a día.
Sananantonina de corazón, ya que si bien no nació en la comuna puerto, llegó a vivir a los 10 años, formando desde entonces un vínculo especial con San Antonio, uno que sigue reforzándose ahora, trabajando directamente en servicio de la sociedad.
“Yo entré a Carabineros el año 2000, específicamente el 16 de mayo del año 2000. Yo vivía en San Antonio en esa fecha y entré a Carabineros; hice el curso en Santiago, de ahí salí destinada a la 32º Comisaría del Tránsito, donde trabajé 13 años. De ahí pedí mi traslado para acá, a San Antonio, para poder estar con mi familia, porque ya tenía mi primer hijo, así que llegué de vuelta acá con mi segundo hijo. Acá llevo actualmente trabajando 11 años  en la Oficina Comunitaria. Para mí ha sido súper, súper, súper especial, llevar 25 años en Carabineros, que se cumplen este viernes,  es tan gratificante porque he vivido momentos tristes, alegres, de todas las emociones  por estar en Carabineros. Agradecida  también de lo que soy, ya que gracias a Carabineros estoy como estoy, tengo mi casa, mis cosas y ha sido muy bonita la carrera institucional que llevo”, comentó la Sargento Quezada.
Ingresó a los 23 años a la institución, después de estudiar y trabajar, ya que primero pensaba en la carrera como algo más lejano, pero quería ser un aporte, así que se atrevió y postuló, logrando desde entonces desarrollar una gran historia en Carabineros, misma que le ha permitido desarrollarse personal y profesionalmente, sacando además su lado más humano a través de la Oficina Comunitaria.
Si bien está contenta y orgullosa de todo lo que ha hecho a lo largo de su carrera, es justamente el trabajo que ahora desempeña uno de los momentos más altos, ya que, “me gusta la función que hago ahora. A mí me toca la parte social, la parte comunitaria, el ayudar a la comunidad, el estar ahí donde los otros carabineros no pueden estar, porque tienen otra función. Entonces la mía es el estar ahí, el poder ayudar”.
No ha sido tampoco un camino fácil, ya que ser carabinero es una labor que requiere de mucho tiempo, algo que la Sargento Alejandra Quezada vivió sobre todo durante sus primeros años dentro de la institución, pero que no cambiaría por nada.
“Consume mucho tiempo, de verdad. Pero bueno, antes de tener a mis hijos, si bien es cierto que vivía en Santiago, no era tanto  perder fiestas como un año nuevo, una Navidad, pero después cuando tienes los hijos sí, te pierdes hartas fechas importantes para estar con la familia, por estar en Carabineros. Pero uno se acostumbra y si bien es cierto, tanto como estar en la Oficina Comunitaria, también uno sale a hacer procedimientos, porque sigo siendo carabinero 24/7; y si de repente tengo que defender a alguien o tengo que actuar, lo voy a hacer. Pero ahora, en la misión que estoy, es muy diferente a la de estar tomando procedimientos habitualmente”, relata.
Sin duda que compartir con la comunidad es de las cosas más gratas que tiene su labor actual, donde junto a los otro cinco funcionarios que conforman la Oficina de Integración Comunitaria de la Comisaria de San Antonio, han sabido vincularse con los vecinos, de distintas entidades, sectores, haciendo actividades constantemente, desplegándose a lo largo del territorio, para llegar a donde sea necesario.
Es esto mismo una de las razones por las cuales se han ganado el cariño de la comunidad, algo que constantemente viven en la calle, ya que es la misma gente la que reconoce y valora, lo que vivieron como unidad hace pocas semanas durante las celebraciones del Mes de Carabineros.
“La labor que ahora realizamos es neta-mente direccionada a la comunidad. Es decir, charlas, visitas a los clubes de adultos mayores, charlas en los colegios, en los jardines infantiles, trabajo directamente con las juntas de vecinos, y con los diferentes actores sociales, con la municipalidad, que te invitan a diferentes actividades donde uno ahí trata de aportar un granito de arena para que las cosas funcionen. Esto también es en parte dar de vuelta a mi ciudad, si bien es cierto, yo llegué a los 10 años acá a San Antonio, yo me considero sanantonina, he vivido toda mi vida. Y me siento muy querida por la gente, de verdad; que te vean en la calle, te saluden, como mis compañeros de colegio, que todavía tengo contacto con ellos, de la básica, de la media, es gratificante, gratificante saber que, no por el hecho de ser carabinero, cambié mi forma de ser. Sigo igual, desde cuando estaba en el colegio a la fecha”, comenta Alejandra Quezada.
Son 25 años los que cumple este viernes como una funcionaria de Carabineros, camino que ve con mucho orgullo, ya que ha conseguido cosas importantes, llegando a un grado relevante como lo es sargento 1º en la institución, quedando aun muchas metas por cumplir,  sueños por lograr y grandes aportes que brindar a la comunidad.
En ese sentido, recalca que, “es gratificante tener ya 25 años, además como sargento 1º, tener también una carrera intachable, porque tengo una carrera intachable, de verdad puedo decirlo.  Así que feliz de lo que soy. Y ojalá seguir, seguir escalando, escalando en conocimientos, en muchos conocimientos, porque uno estudia, se esfuerza, sacrifica, todo en pos de que Carabineros sea bien visto y  ojalá seguir siendo un aporte, porque uno siempre quiere ser un aporte. Y todavía hay metas, tengo por ahí unas cosas que pretendo hacer, la idea siempre de uno es estar hasta los 30 años de servicio, que es lo máximo que uno aspira a llegar, uno va viendo el camino igual, porque yo soy mamá, tengo dos hijos, entonces también uno debe mirar a veces entre Carabineros y los hijos también. Pero llegar a los 30 es una meta. Y por sobre todo yo soy feliz con lo que soy, con lo que he logrado en esta institución, porque quiero mucho a Carabineros de Chile y pretendo seguir acá hasta que se pueda, siempre pensando en la comunidad, en el bienestar de todos y en representar a mi institución de la mejor forma posible”.