Mejor irónico, que hipócrita

De forma muy reiterada la gente suele confundir la IRONÍA con la HIPOCRESÍA; ya que, las dos palabras encajan perfectamente en la compleja conducta de DISFRACES del ser humano.
       La IRONÍA básicamente es una forma de dar a entender algo, expresando lo contrario de lo que se quiere decir y lo que se piensa de las personas o de una situación puntual. Y la HIPOCRESÍA, es una conducta catalogada como el arte de “Simular”, es decir, mostrar algo distinto a lo que realmente es. Ambos  comportamientos se mezclan además con otro accionar humano que  es el “Disimulo”, que simplemente es ocultar, lo que no se quiere mostrar.
       En el transcurso de nuestras vidas nos encontramos con individuos que hacen de la IRONÍA una forma de comunicación compleja y complicada, pero menos fingida y zalamera  que la HIPOCRESÍA, los hipócritas son los expertos en mezclar la SIMULACIÓN con e DISIMULO; términos que también ERRADAMENTE las personas tienden a catalogar como sinónimos.
      Los HIPÓCRITAS te aluden con constantes elogios, con sonrisas falsas y buscan tu amistad por interés; te cuentan los secretos de los demás como si fuera una gran confidencia o una confesión de su parte, lo que a la larga te trae  problemas, estas personas generalmente son muy convincentes y cuando no están en tu presencia te invalidan frente a los demás, usan todas estas características muy bien maquilladas para expresar su sentir real. Todos alguna vez hemos conocido y convivido con persona con estas características en los trabajos, los hipócritas son de cuidado, son de temer y es una característica humana muy hiriente y dañina.
Los IRÓNICOS al contrario tienden a disfrazar por un rato sus verdades  y siempre dicen o comunican lo que quieren y desean con frases  retóricas, y generalmente acompañados de una burla maquillada o enmascarada, pero no agresiva y comúnmente, suelen ser algo cómicas, siempre con el fin de criticar o denunciar algo específico, no obstante, sin el cruel SARCASMO.
Es importante que tengamos la claridad que las personas con buenas cualidades, las que son reales, transparentes, sinceras y verdaderas, las personas positivas y las que no sienten miedo de decir la verdad y no tienen temor al qué dirán; son personas que tienen pocos amigos, esta situación a modo de ejemplo, no deja de ser IRÓNICA y a la vez poco creíble, sin embargo, la realidad es esa; y paradojalmente una persona  HIPÓCRITA se llena de amigos igual de hipócritas, y eso en estricto rigor  es mucho peor que tener pocos amigos.
Muchas veces no nos damos cuenta de lo IRÓNICO que somos, lo cual no es tan malo; lo malo es, “lo irónicamente hipócrita o lo hipócritamente irónico que podríamos llegar a ser”, si no encasillamos bien estas dos conductas de la genética humana.  Si llegamos a darnos cuenta de estas conductas, practiquemos una IRONÍA suave y no  SARCÁSTICA y tratemos de dejar de lado la dañina HIPOCRESÍA  como tal, entendiendo que la genética humana está cimentada  para cometer errores pero también para ser cambiados y corregidos, y a la vez darnos cuenta que dañamos mucho con estos dos comportamientos, cuando están muy exacerbados  en  nuestro entorno laboral, familiar y círculo de  amistades.
HUBERZZA