Consecuencias del aumento del comercio informal
Según los datos proporcionados por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (C.N.C.), las ventas presenciales en el sector minorista de las regiones de Valparaíso, Bío Bío y La Araucanía han experimentado caídas durante los últimos 19 meses. Este prolongado periodo de contracción plantea interrogantes acerca de las causas subyacentes a esta tendencia negativa, entre las que se destacan posibles factores como la falta de dinamismo en las economías regionales, el aumento del desempleo, el incremento en la migración impulsando el comercio informal, y la dificultad del comercio formal para competir con el informal. Además, se plantea la cuestión de si estas caídas responden a incentivos específicos relacionados con la informalidad frente a la formalidad.
En el mes de noviembre, estos índices registraron contracciones anuales reales del 2,9%, 5,6% y 8,4%, respectivamente. Aunque estas cifras representan una disminución con respecto a mediciones anteriores que revelaron retrocesos más pronunciados del -10,2%, -8,8% y -9,7%, respectivamente, la persistencia de las caídas resulta preocupante, especialmente considerando que cerca de un cuarto de la población nacional reside en estas regiones. Surge la inquietud de si esta tendencia regional podría extenderse y ser extrapolable a nivel nacional.
En el caso específico de la Región de Valparaíso, el retailminorista acumuló una contracción del 9,9% durante los primeros once meses del año 2023. Es fundamental destacar que, a pesar de las percepciones negativas asociadas al comercio ambulante informal debido a su origen, naturaleza ilícita, relación con productos falsificados y su impacto en el orden público, la Región presentó una tasa de desempleo del 8,4% en el trimestre móvil de septiembre a noviembre.
En la Región del Bío Bío, la caída en noviembre fue del 8,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que en La Araucanía las ventas presenciales del comercio minorista anotaron una disminución del 10,4% en los primeros once meses del 2023. Un aspecto contradictorio es la percepción de la población, ya que, según la C.N.C., gran parte de esta rechaza las actividades relacionadas con el comercio ilegal y ambulante en sus comunas o barrios.
En el ámbito de las proyecciones para el 2024, se espera un crecimiento del sector minorista entre un 0,7% y 1,7%, dependiendo del comportamiento de la economía y, especialmente, del empleo. El desafío radica en recuperar el crecimiento mediante inversiones que generen empleo formal y de calidad. En cuanto al comercio informal, la mayoría aboga por una mayor fiscalización, siendo responsabilidad principalmente de las autoridades municipales, seguida por el gobierno central.
El fenómeno del comercio ambulante ilegal es complejo y tiene múltiples raíces, incluyendo necesidades sociales, la crisis del país y la migración. La falta de acceso a la formalización laboral para la población en condición irregular es un factor relevante. La satisfacción tanto de vendedores como de compradores, vinculada a ingresos y precios atractivos respectivamente, contribuye a la resistencia a la formalización.
En conclusión, abordar el comercio ambulante requiere una perspectiva integral que contemple la diversidad del mercado, la regulación efectiva donde sea posible y medidas específicas para combatir el crimen organizado asociado a esta actividad. El diseño de soluciones diferenciadas parece esencial para generar un mayor bienestar en la sociedad. La colaboración entre autoridades locales y nacionales, así como la consideración de las particularidades migratorias, se presentan como elementos clave para desarrollar estrategias efectivas en este contexto.
Manuel Cea Acevedo, director de la Ingeniería en Administración de Empresas de la UNAB, Sede Viña del Mar.