Eres lo que hablas
“No es lo que entra por la boca lo que contamina al hombre, si no, lo que de la boca sale; y lo que de la boca sale, del corazón procede”. Que frase más magistral es esta que nos enseñó Jesucristo.
Cuida tus palabras, recuerda que somos lo que pensamos y hablamos. Conversar de política, religión y fútbol, confrontando a individuos de diferentes grupos etarios, es como jugar con fuego, es muy peligroso, es una bomba de tiempo que explotará en cualquier momento, proyectando numerosas esquirlas de opiniones que pueden dañar fácilmente con sus argumentos agresivos, partidistas y sin nada de objetividad. Es muy delicado tocar estos temas con sujetos a los cuales conocemos superficialmente, desconociendo su armoniocidad y sus inclinaciones en estas materias tan delicadas.
Juntar a un simpatizante de tomo y lomo de la “U”, de la “UC” y del “Colo Colo”, para que opinen de sus equipos es muy arriesgado, y poder llegar a un consenso en una conversación objetiva, cordial y consensuada, es casi imposible; surgen opiniones tales como: ¿Quién es el equipo más popular, o, cuál es la institución de fútbol más grande de Chile?; afloran diversas opiniones de cómo se obtuvieron las copa Libertadores de América de Colo Colo el año 1991, de la Interamericana de 1994 de la Católica y la Sudamericana invicta de la U del año 2011, brotan y afloran cuestionamientos sobre los estadios y terrenos, si propio, si regalado, si chico. Opiniones que muchas veces hacen imposible una conversación reposada y serena entre los adherentes a nivel fanático de estos clubes.
En política a la vez, surgen opiniones en las cuales estos individuos difieren y discrepan notoriamente, separando y alejando amistades y familias enteras por este tema , como es el caso puntual de los ciudadanos de derecha y pinochetistas simpatizantes de la Constitución de Jaime Guzmán Errázuriz y la dictadura militar, versus, los partidarios de centro izquierda o de izquierda propiamente tal, adherentes al borrador de la nueva Constitución que será sometida a escrutinio nacional el próximo 4 de septiembre del presente año; mas las rencillas políticas pasadas que aún provocan notorias diferencias de opinión en nuestra sociedad.
El agnosticismo o el ateísmo frente a las creencias religiosas y la fe en Dios es un temazo; los dictámenes y los pareceres hacia las conductas morales y éticas de los integrantes del clero y el comportamiento liberal y opiniones desperfiladas en temas de sexualidad y racismo de algunos laicos, muchas veces son desmedidas; más la constante desacreditación entre los creyentes de las distintas Iglesias hacia el comportamiento de las personas que no practican sus credos es muy frecuente. A la vez, el dogmatismo o el tipo de conductas y procederes de los feligreses de una misma o diferente religión, hacen que todos estos temas sean muy sensibles de conversar, llegando la mayoría de las veces a descalificaciones y ofensas; e inclusive entre gente de igual fe.
Ser FANÁTIC@S al límite es una actitud y una conducta en cierto grado muy NOCIVA que puede llegar a extremos impensados. Expresar tantas emociones en nuestros puntos de vista nos hace caer en palabras dañinas y pendencieras; con diálogos exacerbadamente TÓXICOS, que por ende, fácilmente nos pueden encasillar y catalogar como individuos con serias carencias en nuestra inteligencia emocional o con mucha carga de rencor y resentimiento.
La destemplanza y el poco equilibrio en argumentar armoniosamente estos tres temas, inevitablemente nos llevan a ser personajes inadaptados e incapaces de lograr una conversación sana y decente al respecto. Mide tus palabras y no te contamines.
HUBERZZA