Majestuoso…pero no tanto
Aún cuando al menos por el momento quedó zanjado el tema indultos con el fallo del Tribunal Constitucional que rechazó la reclamación interpuesta por la oposición para que declarase inconstitucional la de al menos siete de los trece liberados de prisión por tener antecedentes procesales y penales previos al estallido social, hoy rebautizada por la izquierda como Revuelta, vocablo que por cierto violenta menos, tiene mejor pedigrí aunque una fuerte raigambre neo marxista y que se instaló para suplantar a «revolución» que, por cierto, evoca hechos más o menos espeluznantes creo que la derecha logró anidar en el inconsciente colectivo del país que no está haciendo otra cosa que pagar compromisos políticos.
En un momento fue ferviente partidario del proyecto de ley que buscaba amnistiar a todos los presos de la asonada callejera a lo largo del país, no pocos de los cuales permanecían…y aún están…detenidos a la espera de ser sometidos a proceso.
Curiosamente…con ellos no ha operado la diligencia esperable, contemplada en nuestro nuevo sistema procesal penal.
A diario por las noticias nos enteramos de individuos que habiendo sido detenidos incluso en flagrancia cometiendo delitos comunes, el Tribunal de Garantía, luego de escuchar a las partes dirime entre imputables y no. Y a no pocos de los primeros impone medidas no especialmente gravosas. Detención domiciliaria nocturna o total y ya.
Pero en estos otros casos…como se dice en el campo…se han ido al chancho.
Sabemos de acusados que, de ser encontrados culpables arriesgan penas menores al tiempo que llevan presos. Todo un absurdo.
A alguien por ahí le escuché decir (o leí) que en esta contumacia había más de desquite que de sincero afán por impartir justicia.
Y puede que algo de ello haya. No veo porqué tendríamos que rechazarlo de plano.
Ahora bien…en el contexto general creo que Boric no hace otra cosa (creo incluso que se siente obligado aunque sus glándulas suprarenales han dejado de ser las de un revolucionario…y del peor tipo, porque son esos antisistemas venidos de la burguesía acomodada) que pagarle a la llamada Primera Línea el trabajo sucio que estos les hicieron a lo largo del país…sin que por cierto el perraje que salió a la calle previese lo estaban haciendo y que no era otra cosa que pavimentarles el camino a los políticos profesionales que luego tomarían el testimonio (para los que no saben; testimonio es el «palito» que pasa de mano en mano en las carreras de posta) les dirían algo así como » gracias cabros, cabras y cabres, ahora seguimos nosotros.
Y ahí están. Menos los recién liberados se contabilizan ciento cuarenta y cuatro en prisión preventiva y sesenta y siete con sentencia a firme.
Así que trece fuera es poco pero deja en claro que este gobierno no los ha olvidado.
Estamos a cincuenta años de la ocurrencia del golpe de estado. En ese caso fueron las Fuerzas Armadas las que hicieron el trabajo sucio, en ese momento, a la derecha chilena porque creo, estarán conmigo en que quienes querían a Allende fuera de La Moneda no eran los uniformados, esos eran la derecha, la política y la económica.
Los uniformados…como cuerpo y como individuos no tuvieron mayores problemas. Su sistema de bienestar funcionaba a la perfección. También su sistema de salud y previsional y sus pulpería y economatos no sufrieron del desabastecimiento.
Y.. llegado Piñera al poder olvidó los compromisos adquiridos que se dividían en dos ramas. Poner fin al «desfile» de gente de las FFAA, activos o en retiro, por los tribunales de justicia y hacer realidad la tan anhelada ley de amnistia que ya sabemos nunca fue.
Así las cosas hay que reconocerle algo al Presidente. Al menos intenta pagar sus deudas.
Pero para desgracia de él, al final fue la derecha la que ganó el punto.
La eficiencia con que el gobierno enfrentó los incendios y que le hizo ganar unos cuantos puntos de aprobación según la detestada y vilipendiada CADEM con el asunto de los indultos…en menos que canta un gallo los perdió.
Y eso que dicen que está aprendiendo.
Un burgués con el alma dividida entre lo social demócrata y lo gramsciano para mi gusto tiene mal pronóstico…un diagnóstico reservado.
Alejandro Iglesias