Comprensión lectora y diversificación de la enseñanza: ¿Es necesario replantear las estrategias?
Cuando de lectura se trata en el contexto de la educación chilena, existe consenso en que los niveles de comprensión lectora de los estudiantes del sistema educativo son bajos. Esto se corrobora con los resultados de mediciones a nivel nacional e internacional, como la evaluación SIMCE o la prueba PISA, que indican una disminución en el nivel de desempeño en comprensión si se compara con años anteriores.
Al parecer, los resultados siempre tienden a la baja, pero ¿por qué? Si entendemos el fenómeno de la comprensión lectora como un fenómeno complejo y multifactorial, cabe preguntarse hasta qué punto es representable su mecanismo, tanto en el plano cognitivo como sociocultural, y si lo es, ¿cómo es eso posible?
Desde la perspectiva de la psicología de la lectura, la comprensión es un fenómeno mental, implica el procesamiento de información en niveles de orden jerárquico, exige el trabajo coordinado de sistemas de procesamiento como la memoria operativa y la atención para la representación del significado que subyace al texto impreso. Desde una perspectiva sociocultural, la lectura y la comprensión son fenómenos situados en comunidades discursivas de las que los lectores forman parte, requieren del desarrollo de competencias específicas para la interacción en el circuito comunicativo, exigen un rol activo y crítico, y no un mero acto de decodificación y representación conceptual.
En este complejo escenario, el rol del docente es fundamental para la formación de lectores estratégicos que, independiente de sus circunstancias, puedan desarrollar eficientemente los procesos psicológicos que subyacen a la lectura y, asimismo, formen parte de comunidades discursivas como lectores críticos con un rol activo en el uso y transformación de la información. Una tarea compleja, pero necesaria.
Como consecuencia de la crisis sanitaria por Covid-19, los docentes tuvieron que adaptar sus prácticas pedagógicas en lo que concierne a la enseñanza de la lectura y el desarrollo de habilidades de comprensión. En el escenario actual, esto no es la excepción, ya que el contexto educativo chileno -en lo que a política pública se refiere- destaca, a partir del paradigma de la inclusión educativa, la individualidad de cada persona, garantizando una educación para todos, libre de discriminación. Esto exige la eliminación de barreras para el aprendizaje y, a su vez, propiciar instancias para que estudiantes con diferentes condiciones, sean estas físicas, cognitivas, sociales, culturales, éticas, religiosas o de género, puedan acceder a los aprendizajes.
La diversificación de las estrategias de enseñanza, en este contexto, es un imperativo. En un escenario diverso, y donde la comprensión parece obedecer a factores diversos, solo las estrategias que emanan de los profesores podrán generar un cambio en los niveles de desarrollo de la lectura en una sociedad que cambia y que se diversifica cada día más.
Abraham Novoa Académico Carrera de Pedagogía en Educación Diferencial Universidad de Las Américas Sede Concepción