Los desafíos de la alerta epidemiológica por estreptococo A
La alarma sanitaria ha sonado en Japón. En sólo tres meses, el país ha registrado cerca de 400 casos de la denominada «enfermedad carnívora», un aumento significativo en comparación con años anteriores. Se trata de un padecimiento causado por la bacteria Streptococcus pyogenes del grupo A, que supone una alerta para la salud pública de la nación nipona y del mundo.
Los datos estadísticos revelan la magnitud del brote. Durante 2023, Japón ya había tenido 941 casos de esta enfermedad, y ahora, en los primeros meses de 2024, la cifra se ha disparado a 379, casi la mitad sólo en algunas semanas.
Según la Organización Mundial de la Salud, naciones como Francia, Irlanda, Países Bajos, Suecia, Reino Unido e Irlanda del Norte, también han experimentado un aumento en los registros de enfermedad invasiva por estreptococo del grupo A. Por esta razón, los gobiernos, las autoridades sanitarias y la comunidad internacional está vigilando activamente, antes de que se convierta en una crisis mayor.
Este tipo de infección no es nueva, incluso las personas pueden ser portadoras de la bacteria sin afectar su salud, la que se puede transmitir por estornudos o contacto directo. Si se transforma en patógena, principalmente por el aumento del número, susceptibilidad en los tejidos y la disminución de la inmunidad, pueden aparecer signos como fiebre, hipotensión arterial, calosfríos y taquicardia, los que podrían derivar en infecciones como faringitis estreptocócica, amigdalitis, neumonía o meningitis.
En casos graves las personas pueden desarrollar una sobre infección y necrosis de extremidades, hasta un fallo multiorgánico y la muerte. La tasa de letalidad es de un 30 % en la fase más grave, la terapia comprende principalmente la administración de antibióticos.
Hay que enfatizar que el estreptococo no come la piel o los músculos, pero si forma necrosis o heridas durante la sobre infección, no existen bacterias que “devoran carne” de forma literal.
Actualmente, las personas que tienen mayor riesgo de enfermar por este grupo de bacterias son las de 30 años o más, adultos mayores, diabéticos e inmunodeprimidos, así como quienes están en Japón o que planean un viaje. Por ello, es importante extremar las medidas higiénicas como el lavado de manos, uso de mascarilla y evitar aglomeraciones.
Es crucial resaltar que en la actualidad existe una vigilancia internacional exhaustiva debido al mal uso y la automedicación de antibióticos. Esta práctica ha desencadenado el surgimiento de brotes epidemiológicos de bacterias altamente patógenas y resistentes. Por ello, es imperativo hacer un llamado constante a la prevención del contagio de infecciones y al uso controlado de este tipo de medicamentos en la población.
Carola Montecino Académica Escuela de Enfermería Universidad de Las Américas