Día del Patrimonio: Tiempos modernos
El Día del Patrimonio es una celebración anual que también se lleva a cabo en varios países de Latinoamérica. Una festividad propia del siglo XXI porque busca rescatar valores identitarios del humanismo, de la sustentabilidad y del encuentro comunitario; la esencia de la persona.
El Patrimonio no es sólo lo antiguo, lo viejo o lo vetusto. Sabemos que la viveza radica en la comunidad, en la vinculación territorial, en los saberes inmateriales, en costumbres y tradiciones que conllevan la identidad de una población que mira al futuro.
Pero el Patrimonio, más allá de la recreación propia de una fiesta, sufre por diferentes dicotomías que suceden en la sociedad. Entre ellas, el desarrollo económico versus patrimonio, el progreso versus patrimonio, la comunidad versus patrimonio.
La excesiva visión industrializada, o cientificista del siglo precedente, tiene una muy buena analogía en la película “Tiempos Modernos” de Charles Chaplin, estrenada en 1936, en plena época de la Gran Depresión.
La trama sigue al personaje de Chaplin, conocido como «El vagabundo», quien trabaja en una fábrica de productos metálicos en la que se lleva a cabo una producción en cadena. La monotonía y la repetición del trabajo, así como las condiciones de explotación y opresión a las que se ven sometidos los trabajadores, son retratados de manera cómica, pero también crítica a lo largo de la película.
La historia se complica cuando «El vagabundo” pierde su empleo y debe enfrentar diversos obstáculos para sobrevivir en una sociedad que se encuentra en crisis económica y social.
A lo largo del filme, Chaplin denuncia las condiciones de trabajo en la era industrial, la desigualdad social y la falta de humanidad en la vida moderna. La película también presenta una crítica a la mecanización y la automatización del trabajo, que deshumaniza a los trabajadores y los convierte en meros engranajes de una máquina.
La cinta es recordada por su icónica escena en la que «El vagabundo» es alimentado por una máquina a través de una especie de embudo, lo que se ha convertido en un símbolo de la deshumanización en la era industrial.
En el Día de los Patrimonios, cabe hacer una analogía con «Tiempos modernos», donde el Patrimonio es una respuesta a la excesiva industrialización, a condiciones laborales muchas veces injustas, a la falta de humanidad en distintos ámbitos de nuestra sociedad … La desigualdad económica o social sí puede ser equitativa en un espacio común: los días de los patrimonios.
Carlos Maillet
Director Licenciatura en Arte y Conservación del Patrimonio
U. San Sebastián