Esclavitud moderna, extractivismo y migración

Un informe de septiembre de 2022 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señala que la esclavitud moderna ha crecido rápidamente en los últimos años y alcanza ya cerca de cincuenta millones de personas en el mundo. Algunos países del norte, como por ejemplo, Canadá, han comenzado a tomar medidas exigiendo a sus empresas, mediante nuevas leyes, hacerse responsables del tema en su cadena de aprovisionamiento.
En el caso de Chile, varios productos que fabricamos son parte de la cadena de aprovisionamiento de las empresas de los países del norte. Afortunadamente, en el país existen normas que prohíben el trabajo infantil y los trabajos forzados. Pareciera, por tanto, que las empresas extranjeras que operan en nuestro territorio no tendrían que preocuparse mucho del tema.
Sin embargo, existen zonas en las que la industria existente ha atraído a migrantes en búsqueda de mejores oportunidades, es el caso de aquellas relacionadas con la extracción de minerales, por ejemplo. ¿Puede decirse con propiedad que no hay esclavitud moderna? ¿Cuántos de los migrantes y de los habitantes de estas zonas están sujetos a condiciones que vulneran los Derechos Humanos? ¿Tiene el Gobierno información al respecto o saben algo las municipalidades, las policías, el sistema educacional o el de salud?
Los migrantes no documentados están sujetos a mayores riesgos de esclavitud moderna que el resto de la población del país. Esto exige una gestión pública más concordante con los acuerdos internacionales acerca de Derechos Humanos que Chile ha firmado. Es necesario recordar que muchos chilenos debieron salir del país, con documentos o sin ellos, y debieron vivir procesos de adecuación a nuevas realidades, los que fueron dolorosos a veces y gratificantes otras, procesos que en la actualidad están viviendo junto a nosotros muchos migrantes.
Debe asegurarse el respeto a los Derechos Humanos de todos quienes viven en el territorio nacional y combatir la esclavitud moderna en cualquiera de sus formas. También podríamos preguntarnos si, siendo un país importador, no debieran tomarse medidas respecto a las cadenas de aprovisionamiento de nuestros proveedores en el mundo.

Eugenio Bisama Académico Escuela de Ingeniería Comercial Universidad de Las Américas