El rol de la matronería en pandemia

Han transcurrido 187 años desde que se formó la primera escuela de obstetricia en nuestro país, cuyo propósito fue contribuir a la profesionalización de la atención del parto para disminuir las altas tasas de mortalidad materna e infantil. Desde ese entonces, la matrona y el matrón se han convertido en pilares fundamentales en la atención de las mujeres, no tan solo en el momento del parto, sino que a lo largo de todo su ciclo vital.

De esta manera, es posible encontrar a estos profesionales brindando atención preconcepcional, atendiendo temas en materia de regulación de la fertilidad, en el control ginecológico, en atención a la población adolescente, a la gestante y la puérpera, a la mujer climatérica y, a nivel hospitalario, en los servicios de obstetricia, ginecología y neonatología, cumpliendo roles clínicos y administrativos.

En medio de esta crisis sanitaria mundial, desencadenada por el Covid-19, las matronas y matrones han estado en la primera línea de atención a mujeres y sus hijos. En este complejo panorama, se han adecuado a estrictas medidas de atención. Por ejemplo, en la asistencia de partos, han sido precursores de educación, contención y acompañamiento a gestantes que se encuentran sin sus familiares cercanos debido a los protocolos para prevenir el contagio.

Por otra parte, la tecnología permitió consultas a través de servicios de telemedicina o telefónicos para realizar consejerías en salud sexual y reproductiva, permitiendo dar continuidad a las atenciones.

En este día de la matrona y el matrón, dada la importancia que cobra nuestra labor a nivel comunitario y sanitario, el llamado es a seguir trabajando para formar profesionales de excelencia, que se comprometan con los desafíos futuros y con las lecciones que nos deja la pandemia. Hoy más que nunca Chile necesita de matronas y matrones para construir salud en todas las comunidades del país.

Maricela Pino
Directora de la carrera de Obstetricia
Universidad San Sebastián