Una gran creación de la mente humana con una dependencia nociva

ELPROA
El Diario de San Antonio

A fines de los años 90 se generalizó casi masivamente en el mundo el uso del teléfono celular; una experiencia que se vaticinaba como la más moderna en los últimos años en la humanidad… lo que mejoraría sustancialmente la calidad de vida de las personas en todo lo que conlleva este tema. Básicamente se traspasó un computador a un dispositivo de bolsillo y aun; con más ventajas y usos que un simple PC, esto fue posible a la mejora y miniaturización de la tecnología relacionada a la computación y telecomunicación lograda en esos años; lo que permitió que los teléfonos celulares adquirieran funciones reservadas a los PC.
En palabras no tecnológicas, este teléfono llamado masivamente celular es un dispositivo de telecomunicación inalámbrico que permite que las personas se comuniquen, con funciones que van desde simples llamadas telefónicas, videos llamadas y mensajes de voz y texto; hasta la conectividad al internet y la utilización de aplicaciones y el uso de las redes sociales.
Sin embargo; he aquí un gran problema a mi modo de ver: “Todo lo positivo, beneficioso y muchas creaciones de la mente humana, que apuntan a mejorar nuestra calidad de vida en este mundo frágil que habitamos; algún@s seres humanos tienden a darle un mal uso”.
Fuera de los usos fraudulentos, como por ejemplo; inversiones piramidales y proyectos en criptomonedas, acoso, suplantaciones de identidades, clonaciones, compras, regalos o concursos falsos y otras estafas que no menciono por espacio de crónica; existe algo más perjudicial para el ser humano; y es: “La dañina y viciosa DEPENDENCIA que much@s han adquirido hacia este fabuloso aparato creado para mejorar la calidad de vida del hombre”.
Esta dependencia con el uso excesivo del celular, puede conducir a ciertas personas a adquirir problemas de salud mental perdiendo la capacidad para mantener diálogos cara a cara y se aislan socialmente afectando negativamente su día a día con una dañina NOMOFOBIA (miedo irracional a estar sin el aparato celular), que se refleja en estados de ánimo alterados, sensación de incomunicación y otros malestares emocionales como ansiedad, baja auto estima, dificultades para la concentración y en algunos casos puntuales hasta depresión. Esta nomofobia se acentúa preocupantemente cuando por equis motivo olvidamos o perdemos el celular llegando a extremos de sentirnos aislados y totalmente vulnerables. Paralelamente, el vicio hacia el celular en oportunidades llega a ser patético: “Ver a personas caminando en la vía publica sumergidos en el celular sin mirar su entorno e incluso atravesar calles y más peligroso aun; conducir vehículos inmersos en la pantalla; poniendo en riesgo por esa irresponsabilidad la vida de los demás, hoy; es pan de cada día.
Esta adicción a este aparato tan indispensable para la gran mayoría de las personas, también nos acarrea dolencias físicas, como problemas de visión, dolor de cuello o espalda y alteraciones del sueño. Es bueno que recapacitemos en el uso constante del celular ya que nos lleva inevitablemente a un comportamiento compulsivo en relación a su descontrolado uso, sintiendo un vicio muy dañino; tan extremo que experimentaremos una necesidad constante e imperiosa de estar siempre unidos con nuestros teléfonos móviles, incluso en situaciones inapropiadas y peligrosas. ¿SI es así y si además tienes el vicio a lo inmediato, a la satisfacción y rapidez del celular?, ¡Estas muy mal! y dicho en buen chileno: “Hazte ver por algún especialista”, pues tienes un serio problema al priorizar el celular ante todo.
HUBERZZA