Dengue: una enfermedad emergente y reemergente

El dengue es la enfermedad infecciosa más extendida a nivel mundial, ya que ha aparecido en zonas donde antes no estaba presente y ha resurgido en algunas áreas, aumentando su incidencia y rango de extensión geográfica. Es producida por un virus cuyo principal vector biológico es el mosquito Aedes aegypti. En las últimas décadas, la incidencia mundial de dengue ha experimentado un aumento significativo, siendo endémico en más de 100 países de las regiones tropicales y subtropicales del Sudeste Asiático, África, Pacífico Occidental, América y Europa.

El mosquito Aedes aegypti se caracteriza por sus hábitos domiciliarios, es decir, vive dentro y en los alrededores de las casas, pica principalmente durante la mañana y al atardecer, siendo la hembra la responsable de la transmisión de la enfermedad. Y para reproducirse utiliza envases, neumáticos u otro tipo de recipientes que contengan almacenada agua limpia.

La emergencia y reemergencia del dengue se atribuye a factores que permiten el desarrollo del vector en el ambiente, como son, el cambio climático, donde el aumento de la temperatura mundial puede repercutir en la extensión del mosquito a nuevas áreas geográficas. Se ha descrito que en América Latina y el Caribe el dengue se comporta como una enfermedad urbana relacionada al acelerado crecimiento demográfico, densidades poblacionales altas y urbanización sin planificación.

Por otra parte, el aumento de la presencia del vector y la transmisión del virus se asocia a la globalización, que aumenta el movimiento de personas y del mosquito entre diversas zonas desde áreas endémicas a aquellas que no lo son. Otros factores importantes son la incorrecta eliminación de residuos sólidos y líquidos, y la escasa disponibilidad de agua potable que exige a las personas a almacenar este recurso en envases descubiertos.

La falta de programas de control también determina la propagación de esta enfermedad, como también el uso indiscriminado de pesticidas para el control del vector y la resistencia generada en los mosquitos produce efectos en el desarrollo del insecto que pueden alterar su comportamiento, por lo que en combinación con los factores anteriormente señalados favorecen la presencia de Aedes aegypti en el entorno.

En Chile, la autoridad sanitaria ha confirmado 179 casos de dengue y todos se han tratado de personas contagiadas en el extranjero, además se informó del hallazgo del mosquito trasmisor en dependencias de un terminal de buses de la ciudad de Los Andes, lo que ha hecho a la autoridad sanitaria fortalecer la vigilancia epidemiológica del vector.

En este contexto, dentro de las estrategias para una gestión eficaz en la reducción de las infecciones se debe considerar la toma de medidas que permitan eliminar o reducir los lugares donde los mosquitos depositan sus huevos, es decir, eliminación de contenedores con agua estancada, limpieza de desagües, gestión de residuos, control químico mediante fumigación y vigilancia del vector.

Otra estrategia descrita es la utilización de controles biológicos del mosquito, que evitan el crecimiento larvario y ofrece una alternativa sustentable al uso de insecticidas. Asimismo, es importante destacar la relevancia de la educación y participación de la comunidad en los programas de control, para evitar la propagación y reducir los riesgos asociados a la infección que actualmente es un problema global que necesita ser evaluado bajo el enfoque multidisciplinario de “una salud”.

Daniela Jiménez Académica Escuela de Medicina Veterinaria Universidad de Las Américas