Juramento a la Bandera:: Compromiso y Virtuosidad

El verdadero valor consiste en prever todos los peligros y despreciarlos cuando llegan a hacerse inevitables”.
Hace 139 años, en un recóndito lugar de la sierra peruana, 77 soldados chilenos ofrecieron lo más preciado que existe en la humanidad; la vida.
Allá en un poblado Ilamado “La Concepción ”,el 09 de julio de 1882, a las 14:30 horas, comenzó un combate único jamás visto en la historia de nuestra patria. 77 jóvenes del regimiento Chacabuco 6º de línea, comandados por el Capitán Ignacio Carrera Pinto, lucharon sin tregua durante 19 horas, contra 2.000 efectivos peruanos, entre soldados de línea y milicias .No hubo rendición ni sobrevivientes.
La hazaña heroica fue el resultado del “compromiso” que esos jóvenes adquirieron con la patria, porque pese a la falta de munición, equipamiento y una desbalanceada fuerza oponente, cumplieron las órdenes de sus superiores, sin someterse al enemigo pese a los ofrecimientos de rendición. La “virtuosidad” observada por aquellos que pudieron presenciar tal sublime enfrentamiento (los pobladores del pueblo), y una vez conocida la noticia en nuestro país, gatilló un enorme sentimiento de congoja y patriotismo – solo igualado por los héroes de Prat -entre la sociedad chilena que los inmortalizó dentro de los anales de nuestra historia, como un acto “heroico”, sellando ese magno sacrificio con el resguardo en la catedral de Santiago de cuatro corazones correspondientes a los oficiales que comandaron esa brava unidad. Al igual como sucedió con los héroes de Iquique, los de “La Concepción” inyectaron en las autoridades chilenas de esa época un nuevo impulso que permitió derrotara las fuerzas peruanas que aún resistían en la Sierra, culminando en el año 1883 la Guerra del Pacífico
El suceso relatado refleja lo que a todo soldado chileno debe inspirar; el compromiso con la patria y la virtuosidad con la que hay que servir . Lo relatado fue la expresión máxima de valor en una situación extremadamente compleja, pero la enseñanza que nos legó ha orientado a generaciones de oficiales, suboficiales y soldados a servir disciplinadamente todos los actos que el “deber” exige, lo que se legitimiza con el “Juramento a la Bandera”, realizado el 09 o 10 de julio, fechas que se conmemora el combate de La Concepción.
Fue en el año 1914 que se instaura oficialmente esta ceremonia; a partir de ese año se ha presenciado, a lo largo del territorio nacional, el solemne juramento de los soldados chilenos, quienes se comprometen a cumplir diversas acciones que nuestra patria necesita, siendo la más sublime: “rendir la vida si fuese necesario”. Este juramento no solo se refiere a cumplirlo en conflictos armados o mientras se permanezca en servicio activo; no, el acto al que un militar se compromete es para toda la vida; en tiempos de paz y de guerra. Es por ello que se servirá con total entrega en los momentos de mayor aflicción del país, como ha sucedido en las grandes catástrofes naturales; en las emergencias, como lo es hoy la sanitaria producto a la pandemia del COVID-19, que junto a las autoridades e inspectores de salud los soldados de la Escuela de Ingenieros han contribuido a la fiscalización y protección de la población civil. Del mismo modo, regido por el código de honor asumido en el juramento se actuará permanentemente para proteger la soberanía e integridad territorial, resguardando a su población y recursos; apoyar a la política exterior y cooperación internacional, desde el área de la defensa; contribuir al desarrollo nacional y acción del Estado, con la construcción de caminos en zonas aisladas a través del Cuerpo Militar del Trabajo; generar disuasión, con la instrucción y entrenamiento de los soldados de ingenieros
Hoy rememorando a aquellos 77 de La Concepción, con el mismo espíritu, compromiso y virtuosidad que demostraron en esos momentos de desesperanza y dolor, la Escuela de Ingenieros se encuentra a puertas de realizar un nuevo “Juramento a la Bandera”, donde nuevos oficiales, suboficiales, soldados de tropa profesional y soldados conscriptos provenientes principalmente de la provincia de San Antonio, asumirán esta digna y máxima responsabilidad, pronunciando a viva voz: “Juro, ante dios y esta bandera, servir fielmente ami patria, ya sea en mar, en tierra o en cualquier lugar, hasta rendir la vida si fuese necesario…’.

Coronel, Juan Esteban Retamal Valenzuela Director de la Escuela de Ingenieros