EL DESEO, ¿ES EL COMBUSTIBLE DE LA VIDA?

El deseo es el interés que se tiene por conseguir algo en concreto. Es la consecuencia de una EMOCIÓN cuyo objetivo es generar ACCIÓN en un individuo para alcanzar sus metas. El deseo;  hace referencia al IMPULSO o SENTIMIENTO de alcanzar o poseer  algo en concreto, que se anhela fervientemente.
Según algunos expertos que imparten charlas motivacionales, el éxito esta intrincadamente ligado a la ACTITUD que tenemos en la vida para alcanzar nuestros objetivos, más una importante porción de MOTIVACIÓN  y CONCENTRACIÓN.
        La MOTIVACIÓN  básicamente va ligada de forma directa con el resultado final de lo que deseamos, y a la vez,  la CONCENTRACIÓN  es la disposición que se pone en el logro; sin distraerse del objetivo final. Como nos podemos dar cuenta, si tenemos motivación, concentración y  una actitud positiva, obtendremos de todas maneras el resultado deseado. Al contrario, manifiestan estos oradores motivacionales, si en tu camino para alcanzar  un logro importante  lo acompañas de distracción, perturbación, confusión y poca actitud, llegaras a un mal final, al que llaman fracaso.
        Ambas teorías, la del éxito y la del fracaso, son correctas desde el punto de vista de los resultados propiamente tal, sin embargo, es muy complicado catalogar objetivamente a las personas en exitosas o fracasadas. Te has preguntado esto: ¿Qué es más importante en la vida, alcanzar  logros económicos a como dé lugar; o ser feliz, sin  grandezas materiales? La respuesta saldrá de lo más profundo de tu mente y alma.
Lo que hace feliz a una persona, no necesariamente te puede hacer feliz a ti. Y, lo que los demás opinen del triunfo y del fracaso,  puedes o no estar de acuerdo; como también te puedes preguntar, ¿Qué es más importante; alcanzar el éxito o evitar el fracaso? En respuesta, podrás decir, que es lo mismo y filosofar extendidamente al respecto; y ejemplificar muchos casos de supuestos triunfos o reveses y coincidir o no en estas apreciaciones con los demás. Tal vez, con los años cambies de opinión, el asunto es, que tenemos que tener mucho cuidado en etiquetar y clasificar a las personas en exitosas o fracasadas; ya que existe una línea muy delgada que los separa, en la cual juega un papel muy importante, el sentimiento al que llamamos felicidad.
Hay que tener claro que el éxito y el fracaso son parte de nuestras vidas  y  de ambos tenemos que aprender, sin que nos marquen  en demasía para bien o para mal; no obstante,  absolutamente todos, de una u otra manera, buscamos el éxito y deseamos cosas en concreto.
Entonces; ¿La pasión es el combustible de la vida? Yo diría que sí; ya que, los combustibles generan potencia que se trasforma en energía utilizable y que en estricto rigor,  producen movimiento y este IMPULSA el deseo de poseer algo que anhelamos en lo más profundo de nuestro ser, originando la ACCIÓN en los seres humanos para alcanzar sus metas, logrando que florezcan las ganas de tener distintos tipos de bienes tangibles o intangibles. En definitiva; el deseo es el combustible de la vida, ya que  mueve (IMPULSA) nuestras actividades (ACCIÓN) para  lograr nuestros objetivos cualquiera que estos sean.
HUBERZZA